Nacho: mucho más que una alternativa
Si algo ha caracterizado en las últimas temporadas la confección de plantilla del Real Madrid ha sido el equilibrio. Con jugadores de mayor o menor calidad, la dirección deportiva del equipo se ha encargado de agasajar al entrenador con al menos dos jugadores por puesto. Es entonces cuando comienza la difícil tarea para el técnico de asignar los roles dentro de su plantilla. Ancelotti, un especialista en este tipo de rompecabezas, ha rozado la perfección en la última temporada, es esa precisamente una de las claves del éxito del equipo. Sin embargo, y sin querer restar mérito al técnico italiano, todo es mucho más sencillo cuando dispones de jugadores como Nacho.
El canterano es una bendición para cualquier entrenador. Esa clase de jugador que termina todas las temporadas con un mínimo de notable en lo futbolístico y un sobresaliente en compromiso. Es habitual con él tener la sensación de que juega menos de lo que se merece.
Otra anomalía que sucede con la figura de Nacho es que se tiende a olvidar su participación en momentos clave. Menos aficionados de los que deberían recuerdan que ha participado con un papel protagonista en cinco de los seis partidos épicos de las pasadas eliminatorias de la Champions League. El único que se perdió fue probablemente el peor: la ida de los octavos de final.
Llegó a disputar todos los minutos de los partidos de vuelta ante PSG y Manchester City, duelos que ya forman parte de la lista histórica de las mejores batallas libradas por el conjunto blanco. Esta participación nunca ha sido valorada lo suficiente a nivel colectivo entre el aficionado medio y, por supuesto, ha sido totalmente ignorada por parte del seleccionador. Se suele decir que Nacho cuando juega siempre cumple. Pero lo cierto es que juega más de lo que parece y el nivel futbolístico que ofrece está muy por encima del verbo cumplir.
El jugador número 12 el curso pasado
Para descubrir qué podemos esperar de Nacho esta temporada es necesario echar una vista atrás. En línea con lo que se ha mencionado, cabe indicar que Nacho fue el curso pasado la primera alternativa de Ancelotti. El defensa español fue el 12º jugador -sin contar a Courtois- que más minutos disputó en la competición liguera. Siempre preparado para suplir cualquier baja en todas las posiciones de la defensa. Participó en 28 partidos de liga, seis más que Ferland Mendy, por ejemplo. Fue titular en 17 partidos de competición doméstica, es decir, empezó de inicio en prácticamente la mitad de los duelos para los que estuvo disponible.
Cuando nos fijamos en las competiciones europeas -la Champions League- su rendimiento se multiplica. Nacho participó en 9 de los 13 partidos de la última edición. Terminó la competición con 575 minutos disputados, por encima de jugadores que fueron tan importantes como Rodrygo. La única pega fue su nula participación en la final de París, en donde, más que probablemente, Carletto le habría premiado de haber ganado de una forma más holgada. Con Nacho en Champions League sucede algo similar a lo que sucedía con Guti: es clave en el camino pero se pierde las finales.
No menos importante fue su participación en otro de los títulos de la temporada: la Supercopa de España. El canterano disputó como titular todo el partido de semifinales ante el Barcelona, prórroga incluída. Nacho fue una pieza clave para conseguir el pase a la primera final de la temporada.
La salida de Marcelo y llegada de Rudiger
Con la llegada de una nueva temporada el rol de Nacho podría sufrir algún que otro cambio. La flamante incorporación de Antonio Rudiger, central de garantías y contrastado en el Chelsea -tal es así que está nominado entre los 30 candidatos al Balón de Oro- pone en duda su alta participación. A menos que Ancelotti decida cambiar de sistema, el Real Madrid tiene cuatro centrales magníficos para solamente dos puestos y, a priori, es Nacho el que parte desde más atrás por la titularidad.
Sin embargo, una ventana se ha abierto para él en el lateral izquierdo. Él mismo ha demostrado en más de una ocasión que puede ser el sustituto de Ferland Mendy, al que no es raro encontrar en la lista de jugadores con molestias físicas. Podemos esperar ver a Nacho frecuentar la banda izquierda alguna que otra vez durante esta temporada. Del mismo modo, si fuese Alaba quién ocupase esta demarcación, Nacho tendría su oportunidad en el centro de la zaga.
Más allá de los posibles enroques que le sitúen dentro del campo, no sería extraño encontrar a Nacho como titular por simples rotaciones. Tanto Militao como Rudiger cuidarán especialmente su físico a medida que se vaya acercando el mes de noviembre, con esa Copa del Mundo en el horizonte. Al volver del torneo internacional también se espera que ambos lleguen exhaustos. Es por ello que la pareja Nacho-Alaba tiene muchas papeletas para disputar minutos de importancia esta temporada.
Son muchos los condicionantes que definirán el rol de Nacho. Sin embargo, el madridismo y el propio jugador pueden estar tranquilos. Lo que puede parecer un difícil encaje entre muchos jugadores de talento se convierte en una sencilla tarea cuando pasa por el sabio criterio de Carlo Ancelotti.
Foto de portada: JAVIER SORIANO/AFP via Getty Images