Veteranos y Noveles | ¿Un regalo imposible, Courtois?

Veteranos y Noveles | ¿Un regalo imposible, Courtois?

«A la luz del día los sueños se vuelven polvo.» Hoy es mi cumpleaños y si pudiera pedir un regalo de cumpleaños imposible, pediría presenciar cómo entrena una bestia como lo es Thibaut Courtois. El que para mí es, con permiso de Iker Casillas, el mejor portero que he visto en la portería de mi club.

Tal vez no lo valoremos todo lo que debiéramos, pero tener a un guardameta capaz de mantener su portería a cero durante todo el partido, día sí y día también, no vale sólo un trofeo Zamora. El belga está siendo para mí la pieza clave para que el Real Madrid esté peleando por ganar la liga número 34 de nuestra historia.

 

Pero no sólo es Thibaut Courtois del que hay que hablar, si no también de los profesionales que lo preparan para estar en cada partido a un nivel altísimo. De ahí también mi deseo de ver el entrenamiento porque un portero no es bueno solo él, lo hacen bueno un conjunto de personas (compañeros y entrenadores), las experiencias (partidos y entrenamientos) y como los rivales dentro y fuera del mismo equipo. Y cuando me refiero a rivales dentro del mismo equipo me refiero a la competición sana entre compañeros que luchan por ser el portero titular, en el Chelsea frente a Petr Cech, en el Real Madrid ni más ni menos que con Keylor Navas, y ahora frente a Alphonse Areola, que por muy mal que lo pinten desde París, este portero francés no es ningún varón menor, es un señor portero del que tenemos la suerte de contar en el club.

Concluyo, nuevamente pidiendo al cielo saber cómo un tío de 2 metros de altura puede volar de palo con tanta agilidad y seguir viendo partido tras partido como nos enseña que un portero no tiene que vivir debajo de la cárcel que son los 3 palos de la portería. Saltas más alto y ser un jugador más dentro del equipo, incidiendo incluso en el ataque del mismo club. Gana esta liga y el Zamora.

 

Por César Manuel Sevilla

Posdata: Gracias Thibaut, espero que dentro de otros 25 años no sólo poder decir, en un imposible, que vi cómo te preparabas cada día si no, en un imposible todavía mayor, decir que trabaje contigo. Si no, tan siquiera me conformo con que pueda volver a escribir otro artículo contando todos los títulos y partidos ganados que logro mi jugador favorito, que eres Tú.

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