Marco Asensio apuesta todo al blanco
La temporada comenzó con el debate de si Asensio debía quedarse o no en la plantilla. Posteriormente, cuando se confirmó que se quedaba, sobre si debía disfrutar de minutos o no.
Es obvio que la relación del balear con la afición no pasa por su mejor momento. Después de una temporada con unos números aceptables, parte de la afición no entendió que no aceptase una oferta. Muchos defienden que es una opción egoísta y conformista buscando la mejor opción económica.
Otra de las versiones es que Marco no quería dejar pasar el tren del Real Madrid. Quería ganarse un hueco en el equipo. Aprovechar los minutos para ganarse su puesto como hizo al inicio. Demostrar en su último año de contrato que aún no es tarde para él.
Lejos del debate entre la adición, parece que la opinión del que verdaderamente importa no ha cambiado. Ancelotti se ha cansado de decir que si Asensio se quedaba contaría con él.
El inicio de la temporada ha sido una travesía en el desierto para Marco. Ha visto como todos sus compañeros contaban con minutos excepto él. El vaso de su paciencia pareció rebasar el domingo frente al Mallorca. El balear estuvo calentado durante buena parte del segundo tiempo. Sin embargo, una lesión desafortunada de Lucas Vázquez le privó una vez mas de contar con minutos. Esto provocó un terrible y visible enfado de Asensio en el banquillo.
Y quién sabe quizás ese enfado lo ha cambiado todo. Parece una reacción diametralmente opuesta a la de una persona conformista. Una actitud compatible con una persona que disfruta de cobrar su sueldo aunque tenga que renunciar a minutos de juego.
En rueda de prensa Ancelotti, un experto en gestionar estas situaciones, verbalizó que tendría en cuenta este enfado de Asensio. Siempre ha sido claro, si un jugador no juega debe enfadarse. Como él mismo dijo, ante una situación así un futbolista puede bajar los brazos o entrenar mejor y ganarse su puesto.
Parece que el italiano percibió la segunda de las opciones. Con 0-0 en el marcador, Carletto decidió darle la oportunidad al ex del Mallorca. Podría haber repartido «minutos de la basura» pero el mensaje ha sido claro «¿Querías una oportunidad? Ahí la tienes».
Marco ha disfrutado de 26 minutos dentro del terreno de juego. Ha sido recibido con división de opiniones en la grada. Poco tiempo le ha bastado para mostrar su compromiso. Porque si algo ha mostrado Asensio hoy ha sido actitud. Ha ayudado en defensa, ha corrido, ha robado y ha luchado. Y cuando el partido moría, ha culminado una jugada ensayada con uno de sus golpeos marca de la casa. Eso ha supuesto que la afición le ovacionase indicando que ese es el camino. «Así sí, Marco».
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Y es que renunciar a 12 goles no parece algo sensato. Asensio ofrece un perfil diferente por la banda derecha. Un futbolista capaz de asociarse y ocupar ambas bandas. Un perfil zurdo con un golpeo maravilloso, capaz de centrar con precisión desde la izquierda y buscar la diagonal por la derecha. En definitiva, un futbolista que Ancelotti sabe que puede ser útil según la circunstancia del partido.
Parece que Asensio ha entendido el mensaje de entrenador y afición. A sus 26 años sigue empeñado en demostrar que aún no es tarde para su aventura en el Real Madrid.
Es difícil imaginar que alguien hipoteque un Mundial y un año de su carrera por un contrato económico. Es difícil pensar que un futbolista que era llamado a ser un referente generacional, acepte ocupar un lugar seguro en el banquillo.
Parece que Asensio sabe que la oportunidad del Real Madrid es ahora y quiere agotar todas las opciones para demostrar que la merece. Confía en sus capacidades y su talento para revertir la situación y convencer a todos.
En esta temporada Marco Asensio lo apostó todo al blanco y quien no arriesga no gana.
Pero en el fútbol no existe la suerte y menos en el Real Madrid. Ahora todo depende de él.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images