Opinión | Y el pajarito se convirtió en halcón
Fede Valverde continúa siendo ese comodín para el centro del campo, esa carta auxiliar que ha ayudado a Kroos y a Modric a prolongar su dominio en Europa y que, a la vez, ha ido incrementado su aportación en ataque.
Fede Valverde es de esos jugadores que todo entrenador y aficionado del mundo querría tener en su equipo. Un futbolista que, pese a admitir públicamente que su rol debe ser diferente al que desempeña sobre el césped, no desaprovecha una oportunidad cada vez que pisa el verde.
En otoño de 2018 hizo su primera aparición pública sobre el Santiago Bernabéu. Tras una cesión poco fructífera en el Deportivo de la Coruña, Valverde regresaba a Madrid dispuesto a hacerse con un hueco en el primer equipo. Sin embargo, el charrúa tuvo que esperar un año y un doble cambio de entrenador para empezar a cumplir objetivos.
Temporada 2019/2020 y el Madrid y su afición andan necesitados de talento joven. Las críticas sobre un posible hundimiento de la vieja guardia propician que Zidane apueste por dar cabida en el equipo titular a ciertos jugadores jóvenes. Entre ellos, Fede Valverde.
Su desarrollo fue veloz a la par que diferencial. Instaurado como interior derecho titular en detrimento de un Luka Modric algo irregular durante meses, Valverde deleitó con grandes actuaciones al público de Chamartín. Clave en los éxitos de aquella temporada, Fede no experimentó un gran crecimiento futbolístico al curso siguiente. Aun así, se dejó ver como una alternativa que podría actuar en la zona derecha del terreno de juego cuando la situación lo que requiriera.
Y así fue como comenzó una historia que al principio parecía un parche y que, a día de hoy, es una de las claves competitivas del campeón de Europa. Fede Valverde es, a pesar de todo, el extremo derecho titular del Real Madrid cuando un rival de gran enjundia desafía a los blancos. Fede Valverde continúa siendo ese comodín para el centro del campo, esa carta auxiliar que ha ayudado a Kroos y a Modric a prolongar su dominio en Europa y que, a la vez, ha ido incrementado su aportación en ataque.
Celtic Park fue testigo de ello. Con el equipo muy necesitado de talento en la parte de arriba, el uruguayo logró conectar con Vinicius a través de un gran envío para reeditar el gol de mayo en París y desatascar el primer partido de la nueva edición de la Champions League. Antes de ello, ya había asomado por el área escocesa dejando ver que su juego está añadiendo progresivamente cualidades necesarias para jugar en ataque.
Además de desenvolverse con éxito en el extremo derecho, el uruguayo sigue reclamando más protagonismo, en especial, como interior. Prueba de ello fueron sus minutos ante el Betis en la cuarta jornada de Liga, donde sustituyó a Modric en esa zona del campo y resultó fundamental para que el Madrid lograra los tres puntos.
Sin duda, Valverde está dejando patente su importancia en el equipo titular, demostrando que ese mote de “pajarito” ya se queda corto para un jugador total que poco a poco va adoptando el sobrenombre de “halcón”.
Foto: Real Madrid