Crónica Real | Confirmando el break
Ansia, expectación, entusiasmo… Una nueva oportunidad para ampliar ventaja respecto a nuestro más inmediato rival, con la constante incertidumbre, muy extendida, de cumplir el objetivo, escarmentados tantas veces por desaprovechar este tipo de ocasiones.
Una nueva salida, lo que siempre es un reto en estas circunstancias tan excepcionales, a un estadio amigo. En la anterior salida, a San Sebastián, se ganó con sobriedad, aunque sin brillantez y con cierta incertidumbre en el marcador. Es obvio que no hay excesiva exuberancia física en los equipos tras el parón y jugando tan seguido.
Isco en el equipo titular: quejas, bufidos, gestos de decepción en unos, reproches y críticas en otros, para no perder la costumbre, que alivia más que el sexo. Descanso para un Vinicius que se había destacado como lo más peligroso e incisivo del equipo junto a Benzema en ataque.
Sé que aunque hoy el equipo lo ha intentado con muchas ganas, los madridistas no suelen dormirse, entre otras cosas porque el mal juego, incluso el bueno, les solivianta a menudo, invitándoles a la ira y la crítica desenfrenada, lo que les mantiene atentos y activos. Hoy, desde luego, era un reto, porque no ha pasado gran cosa durante el encuentro. De hecho, en la segunda mitad no pasó absolutamente nada… salvo el tiempo.
Y es que se nota la fatiga y la intención de manejar con mucho cuidado los esfuerzos, sobre todo una vez vamos ganando. Estos partidos, otros años, nos hacía perder puntos, porque rara era la ocasión en la que lográbamos mantener la portería a 0, lo que obligaba al esfuerzo extra de meter más de un gol. Una vez más, esta temporada, la solidez nos ha permitido hacer lo justo para lograr el objetivo a la espera de mayores exigencias.
No comenzamos especialmente bien en una primera parte que siguió los vericuetos habituales de los últimos encuentros, con un dominio general, pero irregular, poco brillante, parsimonioso, aunque contundente. Cedimos un par de ocasiones al Español, una de ellas tras una gran jugada del equipo catalán que aprovechó nuestra lenta presión. Se veía un Español más dinámico y vertical en esos primeros compases, con un Madrid más tranquilo y lento, que sabe manejar y cocer estos partidos como pocas veces recuerdo.
Un tiro muy lejano que casi sorprende a Diego López por parte de Casemiro, preámbulo para lo que llegaría al final del primer tiempo, nos liberó e igualó la situación. Un par de ocasiones seguidas nos asentó en el partido, ambas de Casemiro, que en la segunda casi revienta la cabeza de Sergio Ramos. Hubo una tercera de Casemiro en un remate de cabeza, confirmando que ha venido con fuerza tras su “descanso” de la semana pasada.
Todo esto fue antes de los primeros 10 minutos, con un Madrid que poco a poco se fue haciendo con una posesión premiosa, pero que encerraba ocasionalmente al Español en su área. Los dos jugadores del ataque catalán, Wu Lei, muy incisivo, y Raúl de Tomás, que con su juego de espaldas y presión daba oxígeno y salida a su equipo, crearon problemas en el primer tramo de la primera mitad. Eso sí, tras esas primeras aproximaciones, sólo una falta lateral nos generó cierta inquietud.
Varane también ha llegado pletórico tras el parón. Anticipándose, saliendo rápido al corte y acertado en la salida… Controló perfectamente las pocas intentonas de salida españolista.
No fue una primera parte brillante, casi ningún partido lo ha sido salvo la segunda mitad contra el Valencia. Aquí se ha vuelto a sentir cierta falta de frescura que también tiene mucho de regulación de ritmos y esfuerzos, sabedores de que estamos más acostumbrados que los rivales y que el desgaste les afectará más a ellos. La circulación, aunque lenta, a menudo es segura y alargada; la falta de explosividad se compensa con el desgaste al rival. Eso sí, en los repliegues se sufre.
Tras el parón para beber unas agüitas y esas cosas, el Madrid se hizo completamente con el dominio. Una gran jugada colectiva terminó con una gran ocasión de Benzema, un tiro duro que despejó Diego López… Cuando se podía comenzar a echar algo de menos la profundidad incisiva de Vinicius (yo la he echado de menos), se sucedieron varias ocasiones seguidas, una con un penalti no pitado y un remate final de Hazard, antesala al gol.
El Español no salía y se mascaba, a pesar del ritmo pausado, nuestro tanto, que llegó en una nueva genialidad de Benzema, asistencia en taconazo que remató el omnipresente Casemiro…
De la segunda parte hay poco que decir. Ha sido soporífera y aburrida, con saña además, con mala intención, buscando dormirte, dejarte K.O. Más aún que la primera, que ya fue sosa…
No hubo una sola ocasión, con la salvedad de un remate de Benzema a pase de Isco y algún lanzamiento lejano de los españolistas. La idea de machacar el partido una vez cocinado a fuego lento introduciendo hombres rápidos por banda, Vinicius y Rodrygo entraron por Isco y Hazard, no produjo fruto alguno, entre otras cosas porque nos dedicamos más a dejar que pasara el tiempo. Finalmente, los jovencitos destacaron más en su trabajo defensivo que en ataque.
El partido, en su recta final, estaba tan domesticado, controlado y adormecido como peligroso por lo corto del resultado.
Debo realizar una mención especial para Casemiro, que ha realizado un tremendo partido. Y ni siquiera me acuerdo del gol al empezar este párrafo. Te apaga fuegos en la izquierda, en la derecha, en coberturas, por arriba, por abajo, en el área propia y en la rival. Encima ha generado casi todas las ocasiones del equipo, más el gol…
El resultado final no se movió (0-1), para nuestra entera satisfacción, ya que no hubo muchas más alegrías en el juego. Un liderato merecido y que sabe a gloria, que nos deja un leve colchón que esperamos ampliar.
Texto: @MrSambo92