Y tras Casemiro…llega Tchouaméni
Tras la marcha de Casemiro del Real Madrid rumbo a Manchester, todas las miradas se centraron el joven galo, Tchouaméni. Hizo un gran partido en Vigo, demostrando que es un jugadorazo generacional de mucho futuro.
La vida sigue, y esto es muy de Florentino. El presidente del Real Madrid cree en el cambio, y así se ha forjado a lo largo de toda la historia. Quizás más de lo que creía Bernabéu, que al final era más inmovilista. Esta es la gran enseñanza que deja su Madrid: la evolución constante, no tenerle miedo al futuro. Anticiparse y hacerlo de la forma más correcta posible. Y quizás sea lo esencialmente madridista.
La que tuvo Tchouaméni durante toda la noche no fue una papeleta fácil. La lupa puesta sobre el joven galo tras el primer partido post Casemiro, el mediocentro francés respondió como se debe pedir a un jugador que ocupa esa posición. Cerró el área, se hizo vencedor en los duelos y construyó con sentido la salida para sortear la presión. Quizá esta última virtud fue su mejor aportación en el partido, acompañando la contra si podía. Obviamente a veces su escudo fue agujereado a sus lados. Nada que ver con su conducta en Almería. Tchouaméni rindió al nivel que se le debe esperar. Sin Casemiro, con Kroos en Madrid, pero con Modric… y Vinicius. Ellos nunca perdonan.
Comenzó un poco nervioso, sobre todo con el balón en los pies, pero poco a poco el ex del Mónaco fue demostrando que es una máquina de robar balones. En ese apartado estuvo mejor y demostró que, con confianza y con aprendizaje, puede ser importante y titular en este equipo.
El Real Madrid se ha protegido en ese punto con Tchouaméni. El ex del Mónaco se mostró tímido en un escenario que se le puso tenso al Madrid nada más empezar. El futuro y el valor de Tchouaméni está fuera de toda duda. También que necesita experiencia y aprender.
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— madridistaReal (@RMadridistaReal) August 20, 2022
En la segunda parte se le vio más suelto y de un robo suyo llegó la jugada del 1-4 que sentenciaría definitivamente el encuentro en Balaídos. Se hizo fuerte metiendo el pie para llevarse el balón y condujo hasta el centro del campo para abrir a Vinícius y que este se la terminara regalando a Fede Valverde para el cuarto.
Buen partido de Tchouaméni ante un equipo, además, tan ágil y veloz como es el Celta del ‘Chacho’ Coudet. Aún le falta meterle una marcha más a los partidos, sobre todo con la circulación de balón pero ya ha mostrado detalles de que, al menos en la capacidad para robar balones y en el poderío en la medular, puede hacer que la sombra de Casemiro no sea demasiado larga.
Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images