Un Madrid en modo rodillo
El Real Madrid ha comenzado esta campaña 2022-23 en modo rodillo. Además del primer título conseguido (Supercopa de Europa), su inmaculado arranque en la Liga disparan a los de Ancelotti en lo más alto de la cima
El Real Madrid 2022-23 ha comenzado la temporada de manera triunfal, marcando un ritmo endiablado de victorias que tuvo en Cornellá la cuarta marca de una senda que comenzó en la Supercopa de Europa, con el triunfo ante el Eintracht.
La misión de conservar el título de Liga, algo que no logra el equipo blanco desde 2008 y ningún entrenador desde 1989 (Beenhakker) ha arrancado con un pleno de victorias. Tres de tres, con el añadido de que esos nueve puntos han llegado lejos del Bernabéu.
El poderoso inicio de temporada de los hombres de Ancelotti se sitúa ya entre los mejores de los equipos que arrancaron la campaña como campeones de Europa. Con sufrimiento, con goles agónicos de Benzema, pero el Madrid arranca el modo rodillo.
Va a hacer falta mucho físico porque, si algo está demostrando el campeón de Europa es precisamente eso, un despliegue de potencia descomunal que se va acentuando con el paso de los minutos, y en eso, jugadores como Tchouaméni, Vinicius, Camavinga, Fede y compañía son jugadores clave y lo están demostrando en este arranque de curso. Los blancos ya acabaron la pasada temporada como un tiro y ahí fundamentó gran parte de su éxito, sobre todo en Europa. En lo que va de temporada se mostró muy superior físicamente en la segunda parte tanto al Almería como al Celta. Ante el Espanyol le costó un poco más, pero los pericos acabarían sucumbiendo, con jugadores acalambrados de por medio.
😍 ¡EQUIPAZO! 😍 pic.twitter.com/GXlFh80KI6
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) August 28, 2022
El centro del campo, sobre todo Camavinga y Tchouaméni, los dos jóvenes franceses, se están mostrando muy dominantes en este inicio de campeonato, y a la postre, muy importantes para Ancelotti en cada once que saca el técnico italiano, ya sea de inicio o partiendo desde el banquillo.
Camavinga ya demostró el curso anterior siendo decisivo en muchos encuentros en los que entró en la segunda parte. En el RDCE Stadium volvió a dar un recital. No había jugador blanquiazul capaz de pararlo en cuanto tenía dos metros para acelerar. Tchouaméni , por su parte, empieza a destacar. En Balaídos dejó detalles que se confirmaron en la casa perica firmando un partidazo. Abarca mucho campo y en cuanto tiene espacio, avanza sin poder ser frenado.
Junto a ellos, y por supuesto imposible de olvidar, se complementa la explosividad de Valverde y aceleración de un inagotable Vinicius, que dan a este Madrid una verticalidad que no se veía desde la etapa de Mourinho. Los rivales pueden ser capaces de contenerlos al principio, pero según van desapareciendo las fuerzas, los blancos se mantiene firmes y ahí es donde se producen los desequilibrios. La energía de la que tanto habla Carletto.
Ese modo apisonadora hace del campeón de Europa el único de los aspirantes a su trono en las grandes Ligas con pleno de victorias.
Foto: Eric Alonso/Getty Images