Todo Nervio y Corazón | The Team of Dreams
No sé si es el equipo de los sueños, porque sé que para más de uno y de dos es el equipo de las pesadillas. Unas muy recurrentes en los últimos años, cuya única réplica es que Haaland o Mbappé no están en la actual plantilla. Igual habrá que decirle al padre de Haaland que elimine su historia como jugador del City para que su hijo juegue en el mejor equipo del mundo. Pero todo culpa de Florentino, a mi entender el mejor presidente que he tenido la suerte de ver con mis propios ojos; que inscribe a nuestros fichajes sin necesidad de palancas y habla de los equipos rivales sin ninguna falta de respeto o chulería, aunque nuestra sala de trofeos bien pudiera respaldarlo.
Sea como sea, nuestro respeto y saber estar, va por delante que cualquier otro comportamiento.
Se quiere criticar la obra de nuestro futuro estadio, pues bien, que hablen que ya estamos acostumbrados, al menos nosotros no esperaríamos nunca a tener ratas, y hablo solo y exclusivamente de animales, nada de adjetivos irrespetuosos hacia ciertas personas vistan y defiendan la camiseta que sea, porque como postula @alexpercz en uno de sus vídeos: “Elogios es hacer historia”.
Dejando a un lado estas cosas que son tan obvias, si se disputa una final como la actual (porque no vivimos de recuerdos en blanco y negro como les encantaba y encanta decir a algunos, solo lo hacemos de hechos y para jugar la Supercopa de Europa es necesario haber ganado la última UCL… ejem, ejem, SOLO…), y quien no pueda que se rasque donde más le apetezca para salvaguardar su hígado dejando así de segregar bilis en exceso.
Una plantilla reforzada donde más se necesitaba aunque haya críticas sin criterio, dada la redundancia, ya que ninguno está cada día ni con los jugadores ni con el grupo de fisioterapeutas y médicos para conocer el estado real de los jugadores, aunque cuando Benzema se constipe (se pueden oír las risas en rueda de prensa previa al partido del francés, italiano y croata, y no es un chiste…), nuestro técnico que apenas ha demostrado su valía recientemente, sabrá qué hacer.
Pero empecemos ya con el partido, otra final, otro encuentro que premia lo conseguido la temporada anterior, por lo que nuestro míster no dudó en alinear a quienes consiguieron la decimocuarta Copa de Europa.
Muchos pensaban que el partido iba a ser un paseo dado el encuentro anterior del rival contra el Bayern, pero tras el rapapolvo que sufrieron, poco probable hubiera sido que fueran a cometer los mismos errores. Y tras unos minutos donde el equipo alemán quiso afianzar sus puntos fuertes, como querer pillarnos a la contra, el Real Madrid comenzó a asentarse en el terreno de juego con un jugador tirando del carro con la potencia que se puede esperar de él y ya pudimos ver la temporada pasada; Fede Valverde, rebautizado como halcón ya que pajarito se le queda muy corto.
Al principio del partido era incapaz de entender como aficionados merengues no parecían capaces de creer en nuestro equipo, lo que me ratifica una vez más que por mucho que no se quieran oír audios antimadridistas, después de tantos años oyéndolos y leyéndolos allá donde no se quisiera escuchar ni leer, el discurso anti cala y el problema de no empezar los partidos ganando no es por las reglas del juego, no, es porque al equipo le falta tal o cual jugador siempre por el presidente actual que no ha hecho nada por nosotros, pero no quiero ser la mula que vuelve siempre al trigo y prefiero volver a la última final.
La madurez de Alaba en el campo y la buena posición entrada, fijaros la sorpresa, del mvp Casemiro, nos pusieron por delante en el marcador. Los robos tras pérdida parecían mermar cada vez más al rival, que por cierto también juega aunque algunos no lo crean, y las ocasiones se iban sucediendo cada vez más en las botas de Vini especialmente.
Nuestro equipo se mantenía muy entero, controlaba el partido y como dijo Alcaide, parecía un parque de atracciones.
Karim se coloca por delante de Raúl con 324 goles y aunque muchos no se den cuenta, es maravilloso descubrir que se hace historia mientras se está haciendo historia. Otra final con portería a cero y ya van tras tres para conseguir nuestra quinta supercopa de Europa, al mismo nivel que otro equipo cuyos aficionados no pudieron replicar nada más tras el partido que… partido de pretemporada, equipo menor… BlaBlaBla…
Nuestra grandeza sigue presente, crece ante las críticas sin valor y la escoba de Casemiro consiguió un premio individual más que merecido tras un palo y un partido excelente. Los vinagres madridistas debieron pasarlo mal, pero es lo que tiene ser madridista de palo.
Texto: @angiemg82
Foto de portada: JAVIER SORIANO/AFP via Getty Images