#OpiniónReal | Se superó la final de Cardiff
A doble partido la Juventus es muy difícil de batir. La superioridad demostrada en Cardiff no es repetible.
Las anteriores premisas constan como axiomas en los análisis previos. La dificultad de la empresa arrecia al disputarse la ida en Italia, ante unos jugadores ávidos de resarcirse en Europa. Además, la lluvia intensa marca el inicio del partido. En ese escenario se precisan jugadores intensos, concentrados y que sean generosos en el esfuerzo. Cristiano Ronaldo aglutina esas características, entre muchas otras. Incisivo, impetuoso, decidido. A los dos minutos ya había dejado su sello: el gol. Lejos de saciar su apetito, cada gol le espolea un poco más.
Ni el paradigma de buena defensa, la Juventus, ha encontrado antídoto ante el jugador que los derribó en Cardiff. No hay fórmula. Buffon ya había advertido que le tocaría un partido con más sufrimiento del habitual. No había equívoco posible en su pronóstico. Con Zidane Cristiano vuela en abril. Sabe cómo administrar la competitividad del portugués y, en consecuencia, facilitar que alcance su plenitud cuando otros empiezan a sentir el desgaste de la temporada.
El resto le ha abastecido de balones. La concentración también se ha reflejado en defensa. Keylor ha metido una mano a tiempo. Varane ha interceptado alguna situación de peligro. El equipo estaba comprometido en no realizar concesiones. Isco ha sido vertical en sus acciones. En los primeros 45 minutos el equipo ha presentado sus credenciales. En Cardiff la primera parte estuvo más marcada por la igualdad. Hoy no era así. Y en la segunda parte se acabaría de desnivelar la eliminatoria.
El segundo gol ha hecho las veces de corolario. Sintomático: Buffon y Chiellini tenían todo a su favor. Tantos años de conjunción para que la presencia de Cristiano les conduzca a perder la serenidad. Han dudado, arredrados por el portugués. Cristiano ha recogido el balón ha cedido el pase atrás. Tras el rechazo el luso ha perseverado en la jugada y ha finalizado en zona de remate marcando el gol más prodigioso que recuerdo. Una chilena ejecutada con una dificultad extrema, a mucha altura. Espectacular. Inapelable.
Con 0-2 la Juve se ha quedado con uno menos, pero el Madrid no ha contemporizado. El espíritu insaciable de Cristiano ha sido suficiente para acumular más ocasiones de gol, bastantes más. El 0-3 es un resultado corto. Travesaños, remates en el interior del área…
Este partido me ha conmovido más que la final de Cardiff. La afición Juventina rendida ante Cristiano es uno de los documentos que se fijarán en el imaginario colectivo. También los gestos de Zidane, avezado a sus goles de época y, en cambio, perplejo ante la maniobra de Cristiano hoy. ¡Hasta el francés se conturba con la majestuosidad de Cristiano!
Texto: @DbenavidesMReal
Foto: MARCA.com