Opinión | Tú, robot

25 septiembre 2019 - 12:13
Opinión | Tú, robot

Como si de una leyenda de Isaac Asimov se tratara o de su adaptación al cine, a día de hoy tendemos a desnaturalizar aquello que más nos interesa, no a nosotros, sino lo que nos da la real gana, me explico.

En cierta escena de la película cuasi homónima de este artículo, Will Smith, en plena conversación con el robot protagonista, dice:

“Los humanos tienen sueños. Hasta los perros tienen sueños, pero no tú. Tú eres solo una máquina. Una imitación de la vida. ¿Puede un robot escribir una sinfonía? ¿Puede convertir un lienzo en una obra maestra?”

A lo que el robot contesta: “¿Usted podría?”

Pues bien, esto mismo vengo a defender en este artículo. En los últimos tiempos, tiempos que coinciden con una mala etapa en cuanto a resultados de nuestro equipo, se está poniendo de moda el querer convertir a los jugadores de fútbol en robots, ¡Pero en robots a la imagen y semejanza de cada uno!, es decir, queremos que hagan, digan, sientan, rían o lloren, cuando a nosotros nos parezca que lo deben hacer, ¡Nada de libertades!

El ejemplo más palpable, que no el único, es el de nuestro capitán, D. Sergio Ramos García. Empecemos por recordar los números de Sergio Ramos con el Real Madrid: 610 partidos, 89 goles (defensa) y 38 asistencias. Llegó al Real Madrid, C.F. con 19 años, tiene 33. Se ha dejado el hombro, la espalda, le han partido la cara de una patada… ha ganado 4 Champions League, 4 Ligas, 2 Copas de SS.MM., 2 Supercopas de España, 4 Mundiales de Clubes. Pero nada es suficiente, para el madridismo más “combativo”, los jugadores no viven, los jugadores juegan y ganan, ¡Sin fallo!

Sergio Ramos, como Carvajal, Marcelo, Karim, Bale, Modric y así podríamos nombrar a todos y cada uno de los integrantes de nuestra plantilla, hasta el recién llegado Areola, que ya la ha tenido con los sectarios más recalcitrantes por una foto, serían convertidos en robots al antojo de cada uno, el jugadore del Real Madrid, para ellos, debe ser infalible, insensible, incansable… inhumano, no debe tener sueños, ni familia (solo exclusivamente la que ellos aconsejarían), el futbolista del Real Madrid debe ser un robot.

Lo último es que un, llamémosle, bufón, pidió a D. Florentino Pérez en la última asamblea de compromisarios que, palabras textuales: “Sergio Ramos dejara de hacer el ridículo”. Y esto de hacer el ridículo para este buen señor es el vestirse de una forma u otra, de ir por la calle con unos colores textiles u otros… lo triste de todo esto es que la bufonada del “compromisario”, que ya le vale utilizar ese honor que otros nunca hemos podido tener para realizar semejante declaración de intenciones, es jaleada por hordas de madridistas.

Estos aficionados siempre se amparan en la conocida frase: “Está representando al Real Madrid, C.F.” para coartar las libertades de un señor en pleno siglo XXI. Estos mismos, aluden a la responsabilidad del jugador porque: “¡Se lo lleva muerto!”.

Pues no señores, no llevan Uds. razón, esto de “los dineros” y la representación del estamento está ya muy utilizado y no deja de ser pura demagogia. Estos mismos que tanto critican, estoy seguro que luego son los que van dando clases en las redes sociales sobre libertad y ponen el grito en el cielo porque se les coartan diferentes acciones a según qué colectivos, pero lo que está claro es que, al colectivo de los jugadores de fútbol del Real Madrid, no dudarían en quitarles todas ellas. Me gustaría saber si estos que tanto critican son capaces de representar a la empresa en la que trabajan con unas formas intachables las 24h del día y si les dedican tanto como un deportista de élite ha debido dedicar para llegar donde ha llegado, y vuelvo a repetir, déjense de demagogia.

Sí, efectivamente a ciertos jugadores de la plantilla les está llegando su fin, lo cual es normal, estos mismos jugadores serán recordados por llevar al Real Madrid, C.F. a las cotas más altas de sus más de 115 años de historia y, como el fútbol no respeta a nadie y menos en el Real Madrid, deberán abandonarlo de la mejor forma posible.

A todos los jugadores se les puede criticar por un mal partido, a Sergio en concreto se le podrá reprochar la inútil “salida de tono” que tuvo en verano con el tema de su contrato, pero lo que no se podrá criticar es: como viste, con quién se casa, qué música escucha y si le gusta esto o aquello, porque aunque pertenezcan al Real Madrid, C.F. no son robots, ni ellos, ni todos estos que tanto critican.

Señores: ¡HALA MADRID!

 

Texto: Pedro Glez.

Foto: Aitor Alcalde/Getty Images

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