Opinión | Tócala otra vez, Karim
Hace un par de años descubrí el significado de «Karim»: generoso y/o honorable. La vida tiene estas casualidades (si lo podemos decir así) y Benzema lleva en su nombre su propia definición: generosidad a raudales. Pero, por suerte para los madridistas, Karim significa mucho más que eso para el Real Madrid actual, hasta llegar a una situación que jamás pensé que se produciría: incluso sus críticos más feroces se rinden a sus pies.
Algo cambió en la mente de Karim Benzema aquel 26 de mayo de 2018 en Kiev. Y no, el francés no es mejor jugador ahora que entonces, ni ha cambiado su forma de interpretar el fútbol o su forma de entenderlo. Es él mismo. Pero hubo un chip en su mente que sí dio un cambio radical: el del liderazgo. Ya no hablamos solo de un Karim que se asocia, hace goles o deja detalles de calidad; hablamos de un líder, de un capitán incluso. Capitán en la sombra, pero capitán al fin y al cabo. Tal es el nivel de compromiso y sacrificio del delantero francés, que ya ni sus detractores más radicales pueden evitar rendirse a la evidencia: es el buque insignia del Real Madrid.
Y es que ese significado de Karim pega mucho con lo que es y ha sido siempre Benzema: un jugador para la historia, pero también un hombre de club, un buen compañero y un gran profesional. Sin levantar la voz jamás, ni siquiera para pedir una renovación. Sin quejarse por falta de minutos o por ser sustituido, y lo que es aún más encomiable, sin reprochar a nadie las numerosas críticas recibidas. Y todo eso en medio de un debate permanente, de pitos sin justificación alguna y de campañas para que otros delanteros ocuparan su lugar. Karim se mantuvo en silencio, y el tiempo le ha recompensado. La ovación de ayer ante el Leganés es un buen ejemplo de lo que ha conseguido Benzema: poner al fin de acuerdo a todo el madridismo. Ya no hay dudas de porque es el 9 del Madrid.
Pero no solo de buenos gestos y generosidad se alimentan las leyendas. Benzema, además de un profesional intachable y de haber tirado del carro tras la marcha de Cristiano, también es uno de los mejores jugadores del mundo. Sí, jugadores, no hablo solo de delanteros. Marca, asiste, crea juego, presiona, cae a banda para desbordar…y los famosos intangibles. Pocos jugadores entienden el juego como Karim, sin olvidarse de su principal función: meter goles. Y es algo que, por mucho que se lo hayan negado, siempre se le ha dado de cine. Solo en la temporada 2017-2018 (su peor en cuanto a puntería se refiere) estuvo en cifras criticables. Su media de 22 goles por temporada, su 6º puesto en la tabla de goleadores históricos del club o sus 60 goles en Champions League son un buen ejemplo. «No es goleador», nos hemos hartado de escuchar. Y por una vez daré la razón a esos críticos: no es un goleador, es muchísimo más que eso.
Verle en directo no se puede explicar con palabras. Karim es de esos jugadores que impresiona al verlo en el estadio. Su forma de tocar la pelota, sus movimientos y el enorme esfuerzo (que siempre le han negado) que hace en cada partido emociona. Si el Madrid no crea juega, ya aparece él para crear todas las jugadas y conectar al resto. Si el Madrid no encuentra el gol, ya aparece él, que se ha convertido en el «abrelatas» oficial del equipo. Y si además hay que dar consejos y situar a los jóvenes, también aparece él. El resumen perfecto de lo que es un delantero, un jugador de fútbol y un capitán al mismo tiempo. Y no, no estaba escondido: solo necesitaba el protagonismo que hoy en día tiene. Es lo que tienen los generosos: no les importa perder protagonismo por el bien colectivo, como hizo Benzema durante bastantes años.
Por concluir: me alegra profundamente que Benzema vaya a terminar su carrera en el Real Madrid (esperemos que quede mucho para ello) como una verdadera leyenda. Durante tiempo temí que su marcha fuera celebrada, sin recibir el cariño y el reconocimiento que siempre ha merecido. Pero eso ya es pasado. Han tenido que llegar épocas de «vacas flacas» para que se valore en su justa medida a uno de los mejores delanteros (y jugadores) de la historia del club. La de ayer no será su última ovación recibida. Al generoso Karim Benzema le queda cuerda para rato, y ahora por fin lo disfrutamos todos.
Foto: OSCAR DEL POZO/AFP via Getty Images