Opinión | El relato oficial se escribe desde Barcelona
Quizás desde la llegada de Mourinho al Real Madrid ha crecido en el madridismo la idea de que el periodismo es antimadridista, idea que hasta entonces tenían cuatro locos contados. Ese destape de las esencias sigue hasta hoy cuando encontramos que la inmensa mayoría del madridismo ya cree que realmente hay una oposición real al club desde los medios de comunicación. Si, amigos, esa oposición se lleva desde Barcelona desde hace unos años y todavía algunos andan comprando periódicos que se creen madridistas y que incluyen cientos de trampas para odiar a tu propio club. Ataques por tierra, mar y aire, por papel, por emisoras, por TV. ¿Y dónde empieza todo? Acompáñenme.
Los Borbones organizaron el territorio de manera propicia para que Cataluña se potenciara. Durante 200 años hasta que cambiaron el relato, eran recibidos los reyes con todos los honores y amores. Si algo era muy borbónico era el apoyo a las industrias localizadas frente a las industrias separadas, ello llevó a que se concentraran en las grandes capitales y se pusiera difícil la competencia a aquellos pequeños industriales rurales.
Los catalanes fueron quienes mejores explotaron las colonias en sus momentos finales, explotando hasta límites donde ya algunos territorios como Cuba pidieron mucha autonomía; negada, por supuesto, por los catalanes. Perder las colonias fue un mazazo brutal sobre todo para los que más ganaban con ello, nuestros amigos burgueses catalanes pasaron de ser tan españolistas como cualquiera, a comenzar a lamerse las heridas por las pérdidas sufridas. Desde 1898, sin la explotación de las colonias, comenzaron un resentimiento contra el resto de España, cosa que durante más de 100 años, todos los gobernantes, han ido solucionando con apoyos a la industria de los amigos. El momento más importante fue cuando Francisco Franco conquistó el poder en España, desde ese momento fue recibido con honores cada vez que pisaba Cataluña e incluso recibió medallas del Barcelona.
Solo es un breve resumen para aquellos amigos de fuera que no entienden de historia española, algo importante para saber cómo hemos llegado hasta aquí. El resto es ya muy conocido, sobretodo lo reciente. Pero hay algo que todavía la gente no cae en ello y es que todos los medios audiovisuales, periodísticos y políticos se llevan desde Barcelona. El hecho de que durante el franquismo se llevara casi toda la industria a Cataluña, incluye que los medios de comunicación también comenzaron su época moderna allí.
Si usted echa un ojo a quién es el que manda ahora mismo en el periodismo se dará cuenta de que hay un eje que gobierna con mano de hierro. Se trata de Atresmedia y Mediapro. Es un bloque que tiene su base en Barcelona y que desde allí comanda lo que llamaremos la Opinión Pública y la versión oficial. Desde Barcelona se ordena que es oficial y que es extraoficial. Que es noticia verdadera y que queda fuera. Ni siquiera su rival de Madrid (con financiación italiana) que es Mediaset, consigue poder salir de esa Opinión, quedando como el bando tributario del otro. Si usted se fija casi todos los presentadores, los grandes nombres del periodismo tienen su procedencia de Cataluña. Ellos vienen con órdenes de su sede y todo adquiere el relato que se quiere traer desde Barcelona.
Me dirán que estoy aun en política, que dónde está el deporte. No hay ya deporte desde hace unos años, desde el golpe de Estado del fútbol. Desde ese momento ya todo es Barcelona, y Barcelona no es deporte, es política. El Barcelona es solo el brazo deportivo del eje político catalanista. En 2004 el país sufre un atentado brutal, que da paso a un cambio de gobierno. Tan solo un año después nacería la Sexta que lograría emitir por TDT gracias al Gobierno, y curiosamente en 2006 aparecería en escena Mediapro, como ya dije antes del eje unido de Atresmedia. En la unión entre todos consiguen el monopolio del fútbol y desde entonces controlan no solo el relato, sino las imágenes, los debates, los análisis y todo aquello que le llega al espectador. Así estamos, con un eje catalanista y por otro lado el eje Mediaset Telefónica atlético. El madridista está perdido en un mundo hostil, lleno de resentimiento y donde la Opinión Pública le es enemiga.
Texto: Andrés Martínez (@LosSublimes)
Foto: Realmadrid.com