Opinión | Once motivos para sonar en Kaunas
Lo manifestó en redes sociales Vinicius Jr. justo al terminar el quinto partido ante Partizan: “Nada es imposible para quien es madridista”. Tras una actuación histórica en la ronda previa, los de Chus Mateo viajan a Lituania con el sueño de levantar la undécima Copa de Europa.
A pesar de que el equipo blanco tiene algunas bajas que pueden lastrar su rendimiento, el rey de la competición se presenta en la Final Four cargado de razones para creer en una nueva hazaña. El primer motivo es precisamente el que le corona como rey: ningún equipo sabe lo que se siente al levantar el trofeo continental tantas veces como el Real Madrid.
Y es que la experiencia en este tipo de formatos es clave, que se lo digan a Sergio Rodríguez, Rudy, Llull y compañía. Los líderes veteranos del equipo son una nueva razón para confiar. Se han visto en situaciones similares en decenas de ocasiones y serán los encargados de impedir que los más noveles puedan caer en el nerviosismo habitual de estas citas. Precisamente los jóvenes serán la energía que mueva al equipo. Buen ejemplo de ello fue el canterano Eli Ndiaye, que ya destacó en el quinto encuentro ante Partizan y que, debido a las numerosas bajas, personificará de nuevo el ímpetu blanco.
Otro de los motivos que nos hacen creer en este equipo son los antecedentes. La semifinal de esta temporada es un calco de la del año pasado, en la que el rival fue el mismo: el FC Barcelona. El resultado ya lo conocemos. Pero es que, a diferencia de la última edición, los de Chus Mateo han añadido dos razones más que nos hacen soñar: Dzanan Musa y Mario Hezonja. El dúo balcánico tiene ante sí el gran escenario para el que parecen estar hechos. Momento de demostrar.
Los más temerosos pueden temblar con las dudas que genera el juego interior. La baja de Yabusele, unida a la ausencia casi segura de Poirier, debilita al equipo en esta zona. Sin embargo, dos motivos más emergen desde la increíble plantilla del Real Madrid. El primero, nada más y nada menos que Edy Tavares, el mejor pívot de Europa. El caboverdiano, siempre y cuando los colegiados se lo permitan, puede condicionar cualquier partido a nivel continental. Un factor X en toda regla. Otro jugador que necesitará dar un paso adelante es Randolph. El que fue héroe en el pasado tiene ante sí la oportunidad de dejar atrás sus problemas físicos y deleitarnos con una última actuación legendaria en una Final Four.
Pero si realmente hay una razón más especial que las demás para creer en este equipo esa sois vosotros. El apoyo de todos los madridistas es lo que llena de confianza el juego de nuestros jugadores y el que les hace no rendirse jamás. Dice Vinicius que no hay nada imposible para un madridista, precisamente por ello todos creemos en que este puede ser el fin de semana de la undécima Copa de Europa de baloncesto. Un sueño solo posible para un madridista.
Foto: Real Madrid