Opinión | Ødegaard, de Özil a Modrić

2 septiembre 2020 - 15:00
Opinión | Ødegaard, de Özil a Modrić

Quería empezar este artículo tan especial para mí con el final del que fue mi primer texto para este medio. En el artículo -por poneros un poco en contexto- hablaba de la dolorosa criba que íbamos a tener que hacer de talento joven ya que no todos caben; pues bien así cerraba dicho artículo… «Espero que Martin Ødegaard no participe (en la criba), y no, como relevo de Modrić no. Pero eso es otro tema…» pues ese tema, ese momento… ha llegado.

Voy a ir al grano; me saltaré sus peculiares inicios, sus cesiones en Holanda incluso su impactante -para aquellos que no siguiesen cada partido en el Vitesse- cesión en la Real; creo que tengo poco que aportar en una historia sabida y resabida; hasta me saltaré la parte en la que pretendían hacer ver que a un chaval de 17 años ya se le había pasado el arroz… una locura ya de normal, cuando menos tratándose de un jugador tan sumamente especial. Prefiero ir al porqué digo que como relevo de Modrić no (por lo menos no de momento).

Cuando veo a Ødegaard me recuerda tanto a mi añorado Özil… (perdonad el sentimentalismo) no os asusteis, tranquilos, me refiero a lo bueno de Özil, aquello que le hacía único… porque Ødegaard además, todas esas pegas que se le ponían a Mesut (gestualidad, cabeza poco amueblada, entorno difícil, vida desordenada) Martin no sólo no tiene todo eso, es que es un 10 en todo, en San Sebastián no sólo le echaran de menos como futbolista sino que también como persona y profesional. Es un vikingo con un pie de seda, es un profesional intachable, es un 10 fuera del campo y es un 10 dentro… y qué 10. Curioso… de la Ö a la Ø.

Martin es un 10… es único eligiendo el timming perfecto entre el desmarque del compañero y el desacople gestual y poicional del rival; su precisión es abrumadora, su imaginación para dar el pase final o el prepase final -muchas veces es más importante que la asistencia- es difícilmente alcanzable incluso para los jugadores de élite, inventa pases, los inventa porque no existen, he visto jugadas que sé cómo acaban y pensar en la repetición «ahí no hay nada» pues Martin se empeñó en que hubiese algo.

Martin es regate, tiene un abanico de recursos técnicos muy amplio, es cierto que ha sacrificado vistosidad por efectividad y que su cambio de posición -jugaba más en banda- le ha «obligado» a ello -también su propia maduración futbolística- pero que no os quepa duda que dejará alguna maniobra de babero cuando por circunstancias del juego caiga a banda o incluso parta de ella si Zidane decide -ocasionalmente- seguir apostando por poblar el ataque de centrocampistas.

Øde es un 10 porque se invisibiliza tras los mediocentros rivales, se coloca en la espalda rajando el sistema defensivo rival tan sólo con su posicionamiento e inteligencia, su depurada técnica le ayuda a perfilarse y encarar con 1 simple giro; él no tiene que domar la bola, la bola parece estar ya domada antes de llegar a contactar con ella; es un 10 porque tiene gol, tiene un golpeo con un sinfín de matices, potencia, colocación, empeine, interior, palo corto, palo largo… -su único lunar se lo pondría en su golpeo al 1er toque a portería, le falta agresividad en esa acción- o calma, y va a compartir entrenamientos con el N°1 en eso (Toni Kroos) ¿os imagináis que le enseña su toque de billar?

Martin es un 10 porque tiene físico para ayudar en la presión, en el repliegue, para tirar un desmarque en ruptura, para acercarse a la base de la jugada… pero es un 10. ¿puede jugar de interior y ser relevo de Modrić? SÍ, y no sólo va a cumplir, va a destacar ahí pero sigue siendo un 10, dejémosle ser un 10 por lo menos estos primeros años, hay tiempo para que retrase su posición y nos siga deleitando, pero con su amigo Fede cubriendo su espalda o su costado… hay que dejar a Ødegaard soltarse y acercarse a la frontal.

Además de eso… es un extraordinario lanzador de faltas -y con margen de mejora- y no hay zurdos que le puedan quitar ese perfil, lo que me lleva a pensar que no se va a ir de vacío en este arte… y hablando de arte, los balones que pone desde las esquinas o laterales del campo lo son, caen como bombas teledirigidas, es asombroso como bajan en el último momento; tanto en Vitesse como en la Real ha tenido buenas cifras en ese aspecto pero os aseguro que esas cifras no le hacen justicia; son muchos los regalos que sus compañeros no han sido capaces de desenvolver y que estoy seguro de que los Ramos, Benzema, Jović, Varane, Casemiro, Militao… sí sabrán apreciar.

Por último quiero resaltar su mentalidad, su carácter… un jugador que no teme echarse el equipo al hombro, que no duda en ser el primero en dar ejemplo, un jugador que no va a parar de alzar los brazos como si de un guardia de tráfico se tratase ordenando la presión, un jugador al que ya vimos cómo no se arrugó en un encontronazo con Sergio Ramos, el capitán, tu futuro capitán, aquél con el que se supone que te interesa llevarte bien se queja de una dura entrada y tú dices «balón» -acompañando la palabra con el gesto con las manos- un jugador tan completo y especial que asusta, un jugador por el que no estaba dispuesto a soltar ni por 150 millones hace 2 años, un jugador que pese a su enorme mejora física ya parecía preparado con 16 años para que fuese totalmente ajeno al peso del Estadio Santiago Bernabéu que tantas espaldas -aparentemente más robustas y preparadas- ha quebrado.
Ødegaard real madrid

Martin Ødegaard es un lanzador, un nexo de unión, «el arco» como en su día fue Özil. Nos falta la flecha de oro, en su momento fue Cristiano, ahora… ahora está en París. Tenemos muy buenas flechas con las que Ødegaard puede hacer diabluras, pero la flecha dorada, el encaje perfecto, está en París, pero sí, eso es otro tema.

Que no nos distraiga el hecho de que venga de varias cesiones, que no haya costado una millonada, que no haya tenido presentación multitudinaria… da igual, Martin Ødegaard es un FICHAJE GALÁCTICO.

Texto: @FootNes

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