Opinión | Luka Modric se retirará vistiendo la camiseta del Real Madrid
Desde hace muchos años, el croata y número 10 del conjunto blanco, Luka Modric, se ha encargado de conducir el juego del Madrid desde el mediocampo hacia adelante, con gran colaboración defensiva también. Pero decirlo es una obviedad; todos sabemos quién es y de qué es capaz Luka.
Corría el verano de la 2012-2013 y la puja por obtener sus servicios era cada vez más grande entre el Real Madrid y el Tottenham, que no hizo fácil la negociación por el de los balcanes. “40 millones para tapar vergüenzas”, tituló un diario deportivo español luego de que el Madrid presentase a Luka ya a finales del mercado de fichajes de esa temporada.
Otros decían que el club debía ir a por Cazorla, quien era “mucho mejor” y ya se sabía que podía rendir en La Liga, dado que conocía la competición y no tendría que adaptarse al nuevo entorno. Además, no ocuparía una plaza extracomunitaria.
Nueve temporadas más tarde, podría decirse que es difícil encontrar en el fútbol español algún pronóstico más errado que ese titular o que aquel tuit publicado por un periodista “imparcial”.
Mourinho sabía lo que hacía al pedir la incorporación del mediocentro croata para la medular merengue. Era una de las primeras piezas de engranaje de lo que terminaría siendo, probablemente, el mejor tridente medular que haya visto el fútbol europeo en los últimos años: Casemiro, Modric y Kroos.
Luka tiene una facilidad innata para liderar el centro del campo, además, agregando labores de recuperación, que ayudan a alivianar la carga sobre Toni Kroos, quien suele quedar más libre para lo que mejor sabe hacer: crear. También asegura una mano extra a Casemiro cuando el brasileño se ve superado o cuando falla alguna cobertura. Podemos decir que, con los años, Modric se ha convertido en un box-to-box, un futbolista de área a área.
En todas sus temporadas en el Madrid ha sobrepasado los 1.300 minutos, si solo tomamos en cuenta los datos en liga. Cuando menos jugó fue en la 2014-2015, afectado por una lesión que lo alejó de los terrenos de juego durante varios meses. De resto, podemos decir que, incluyendo sus datos de esta temporada, promedia casi 2.000 minutos.
Al llegar a sus 35 años, con el contrato por terminar y con una generación de relevo que cada vez pide más espacio en el equipo, las dudas acerca de su renovación eran cada vez más grandes. Pero Luka se ganó la renovación al recordarnos cómo sonreímos todos cuando la pelota está en su pie, cuando da un pase con el exterior a la otra banda, cuando remata desde fuera del área como contra el Shakhtar, o como hace muchos años contra el Manchester United en el Teatro de los Sueños, cuando la pelota pegó en el poste de De Gea y terminó entrando al lado del otro vertical.
También nos ha recordado a aquel Modric de 2014, cuando sirvió un centro desde el córner, en el minuto 93, en el Estadio Da Luz de Lisboa, para que Sergio Ramos marcase el gol que inició la hegemonía europea de esta dinastía del Real Madrid, que terminaría consagrándose campeón en 4 de 5 ediciones, tres de ellas de manera consecutivas.
Luego de esa época dorada, con Modric brillando a más no poder, así como prácticamente todo el equipo, como todo en esta vida, la dinastía se quebrantó al separarse los caminos del equipo y del máximo goleador histórico del Madrid, quien no aceptó la oferta de renovación ofrecida por la directiva y decidió marcharse a la Juventus.
El estado de forma de Modric llegó a su tope en 2018, cuando llegó a la final del Mundial de la FIFA contra Francia, pero luego de haber jugado tres prórrogas consecutivas. Luego de ese esfuerzo físico, Modric no fue el mismo y se le notaba en el campo. No obstante, ese esfuerzo le valió ganarse el premio al mejor jugador del mundo ese año, premio más que merecido, por mucho que alguna parte de la prensa consideraba que no lo merecía.
Luego de eso ha tenido unos altibajos, como todo el equipo, pero Zidane parece haber recuperado la mejor versión de Modric para esta temporada 2020-2021, y todo parece indicar que ambas partes han logrado un acuerdo para la renovación de Lukita, quien muy probablemente se retirará vistiendo la camiseta del Madrid y, ojalá, con aficionados en el estadio para despedir a quien, para muchos, puede ser considerado el mejor ‘10’ que haya vestido la camiseta del Real Madrid.
Luka Modric es una leyenda viva que ha respetado el escudo temporada tras temporada, quien ha sabido, incluso, ser un capitán, un líder dentro y fuera del campo; incluyendo su relación con los más jóvenes, como es el caso de su relación con Rodrygo, a quien llama “hijo” por cariño y por la casualidad de que Modric tiene la misma edad que el padre del extremo brasileño, quien le llama “papá”, con lo que han bromeado más de una vez en sus cuentas en las redes sociales.
¿Hace falta mencionar el palmarés de Modric en el Madrid? Creo que todos sabemos lo que ha ganado y lo que aún puede ganar en los próximos dos años en un equipo tan competitivo como este. Sin embargo, cuatro Copas de Europa, tres Supercopas europeas, tres Supercopas de España, una Copa del Rey, dos Ligas de España y, por supuesto, un Balón de Oro, superando a las dos bestias de este siglo: Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Mientras Luka Modric tenga el balón en los pies, el madridismo puede descansar tranquilo, porque, casi seguro, todo estará bien. Un jugador con la experiencia y el liderazgo del ‘10’ merengue es necesario en el mejor equipo del mundo. Y Florentino Pérez lo sabe. Por eso la renovación del croata es una prioridad.
Sin duda alguna, los 40 millones pagados en 2012 por él parece poco dinero si vemos en retrospectiva todo lo conseguido, así como todo el legado que dejará Modric en esta institución que es el Real Madrid, en el que puedes entrar como un completo desconocido, pero se sale, mínimo, como un madridista más, y máximo, como una leyenda mundial. Y Luka es una leyenda madridista.
Gracias, Modric.
Texto: @ElPortuguej
Foto: Alex Caparros/Getty Images