#Opinión | La sonrisa del madridismo

#Opinión | La sonrisa del madridismo

Aquella rueda de prensa del último día de Mayo nos dejó conmocionados. Zidane dejaba de ser el técnico del Madrid y, con su marcha, comenzaba un periodo muy complicado.

Se podrá especular sobre los diversos motivos por los que su marcha resultó, además de inesperada, catastrófica para el devenir de la temporada. Quizás nunca lleguemos a conocerlos.

El anuncio de su retorno ha sido recibido por una inmensa mayoría de los madridistas como el final de una pesadilla.

Entonces, ¿qué ha cambiado desde su marcha a su vuelta?

De entrada el Madrid ha sido apeado de su competición por antonomasia, y con ello, se ha comprobado que esta plantilla, repleta de talento y experiencia, necesita un técnico con ascendente sobre ellos.

La crítica habitualmente ha construido una imagen de Zidane como un técnico capaz de mantener la cohesión del vestuario, con una flor deslumbrante y nada más. La realidad es que Zidane es muchísimo más que eso.

Su Madrid jugó en muchas fases un fútbol capaz de enamorar al más escéptico y trajo al madridismo una felicidad casi perenne. Porque sí, el juego está muy bien, y todo lo que queráis, pero lo que hace único e irresistible a este club es la victoria. Y el hambre por obtenerla se perdió en esta travesía. Con la vuelta de Zidane vuelve la ilusión por recuperar el trono perdido. Él aportará ese gen ganador que lo ha acompañado a lo largo de su vida deportiva, tanto como futbolista como en su papel de técnico.

Los jugadores, que a lo largo de esta temporada han perdido su seña de identidad, podrán encontrar en Zidane al director de orquesta capaz de dar con la armonía adecuada para volverlos a elevar a cotas ya conocidas.

Todos los madridistas deseamos que Zidane aporte estabilidad a un proyecto que tiene mimbres suficientes para albergar esperanzas con un futuro prometedor.

Para ello necesitamos de un club dispuesto a darle las herramientas necesarias al francés. La plantilla necesita retoques y apuntalar posiciones que, bien por edad o por falta de la pieza correcta, carecieron de la competitividad necesaria para un equipo como es el nuestro.

Hay mucho trabajo por hacer y muchas decisiones importantes por tomar, aunque la más importante de todas ya haya sido resuelta y sea la vuelta de la sonrisa del madridismo.

Texto: @kundera212

Foto: Defensa Central

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