Opinión | Iker Casillas: Eterno Santo
Iker Casillas cuelga las botas. Seguramente las hubiera colgado más entrado en los cuarenta pero tras el duro golpe de salud que sufrió y del que salió vencedor, le ha tocado decir adiós.
Deja una trayectoria impresionante donde tiene dos Eurocopa y un Mundial con la Selección. Palmarés que muchos envidiarían. Apenas han pasado cinco años de aquella sala de prensa en la que entre lágrimas decía adiós a su casa, donde el portero se nos mostraba solo y a pecho descubierto mostrando los sentimientos por estos colores y emprendiendo un nuevo reto. Su rumbo en esa ocasión lo alejaba del Real Madrid camino a Oporto.
Ahora, como el hijo prodigo, con su retirada de los terrenos de juego parece que vuelve a casa. No lo veremos entre palos pero esperamos que su nueva etapa esté llena de éxitos. En esta ocasión no para vestir de corto sino para meterse en los despachos. En el recuerdo sus grandes gestas, ese gesto tan puro que emocionó al país y esas levantadas de trofeos.
Coincidiendo con la remodelación del Santiago Bernabéu, de una temporada a trompicones de la que salimos ganadores y con el horizonte de la Champions. Porque estamos en Agosto y seguimos hablando de fútbol pero no de fichajes sino de partidos, de competiciones y de la sombra de la Covid-19 que acecha al mundo y amenaza con confinarnos nuevamente.
Esperemos que el Santo traiga consigo aquellos momentos de Gloria, esa casta tan madridista y que los nuestros nos traigan una nueva orejona. Porque tienen hambre de victorias y no ahí problema de espacio para las copas. Nos gusta ganar como a todos y no perdemos ese hambre de más. Esperando que si vuelven a conseguir esta Champions la afición vuelva a mostrar la casta en su celebración y no pongan en riesgo la salud. Suerte campeones.
Texto: @nexvil