Los milagros de Raúl, el mítico ángel merengue

Los milagros de Raúl, el mítico ángel merengue

El próximo mes de octubre se cumplirán 24 años del debut liguero de Raúl González Blanco con la camiseta del Real Madrid. Este jugador rompió registros, números y récords establecidos no solo en el club merengue sino también en el propio fútbol español y europeo. Goles, partidos disputados, títulos obtenidos… Raúl fue, es y seguirá siendo uno de los ídolos más apreciados del Santiago Bernabéu.

Prometedor debut

Transcurría el primer tramo de la 1993-1994 y el técnico de turno, el argentino Jorge Valdano, decidió darle una oportunidad a un chaval que venía haciendo y deshaciendo en las divisiones inferiores. Así es como «El Ángel» disputó su primer partido en Primera en La Romareda; el club blanco perdió por 3-2, pero el número 7 del equipo ya daba de qué hablar con grandes destellos de fútbol, aunque con desaciertos en la definición. Hay una anécdota muy curiosa en cuanto a este partido y es que, según algunas historias, Raúl se enteró de que estaba convocado para este partido de La Liga justo cuando iba en metro hacia el entrenamiento del filial.

 

El primero (de muchos)

Solo tuvo que esperar una semana más para marcar su primer tanto en la máxima categoría con el Real Madrid. Se disputaba el derbi de la capital, frente al Atlético, equipo que tuvo a Raúl en su cantera y al que el delantero blanco castigó más de una oportunidad en el terreno de juego.

Recibió un pase que le sirvió para adrentarse al área y, con el guardameta y un defensor encima, realizó un drible y fue derrumbado. Los colchoneros reclamaron, pero uno de los zapatos descalzados del delantero merengue era prueba de que, efectivamente, hubo contacto suficiente para derribarlo. El encargado de transformarlo fue Míchel. Aunque el recital del 7 apenas comenzaba. Luego, desde la izquierda, casi como un extremo, envió un gran centro que conectó el chileno Iván Zamorano para marcar el 2-0. Tras el descuento de Kosecki, la leyenda blanca hizo una diagonal para adrentarse al área, lo vieron, le enviaron un balón rasante y este definió de primera y al ángulo. Era el primero de los tantísimos goles que marcaría con esta camiseta y en este campo. El propio Zamorano puso el 4-2 final y Raúl dejó el terreno de juego ovacionado por el Bernabéu.

En esa temporada, «El Ángel» se afianzaría en el primer equipo, siendo en noviembre la última vez que jugó para el filial. Terminó la temporada con nueve goles en liga y uno en la Copa del Rey. Además, en su año de debut, ya conseguía lo que algunos no habían podido alcanzar en años de carrera: un título liguero.

 

Europa y su primera noche mágica

Llegaba la hora de debutar en el torneo de mayor renombre en el Viejo Continente: la UEFA Champions League. Lo hizo frente al Ajax, vigente campeón del torneo, y fue derrota madridista por 1-0. A pesar de empezar con mal pie la ronda, el Madrid se recompuso y logró una gran goleada por 6-1 ante el Ferencvárosi Torna Club, equipo proveniente de Hungría. En ese compromiso, Raúl anotó su primer triplete como profesional y, además, en Europa. Terminó como el máximo goleador del equipo en la primera fase con cuatro anotaciones en la Champions 95-96. Ya tendría tiempo de demostrar algo más en otras ediciones de este torneo.

 

Festival blanco en el Calderón

El Madrid contaba con una temible delantera liderada por Mijatovic, Suker y Raúl, quienes representaban el músculo goleador más fuerte del equipo. Transcurría la 96-97 y tocaba visitar al eterno rival de la ciudad. El 18 de enero de 1997, el club rojiblanco logró adelantarse en el marcador, aunado también a la expulsión de Mijatovic. Parecía muy difícil, por no decir imposible, que los merengues se repusieran de ese golpe. Pero lo hicieron.

Raúl hizo uno de sus mejores partidos: marcó dos goles y asistió en otro par de ocasiones. En esta oportunidad, el 7 recibió la pelota en la frontal izquierda del área, ingresó a la misma tras quitarse de encima a dos rivales, recortó hacia adentro, luego volvió a recortar para rematar de zurda y batir al portero colchonero. Ese tanto significaba el 1-2, la remontada blanca y, además, ya era su doblete. Terminaría asistiEndo a Seedorf y a Víctor para el 1-3 y 1-4, respectivamente. El Madrid obtendría ese año otro título liguero.

 

«Supertriplete» al Barcelona

Comenzaba una nueva temporada y todo seguía igual: Raúl haciendo goles y el Madrid ganando títulos. Era la Supercopa de 1997. Concretamente, el partido de vuelta. El Bernabéu vivió una histórica goleada por 4-1 con un triplete de «El Ángel» blanco, que ya era, por supuesto, un indiscutible del once. En esa noche madrileña, Raúl dio una cátedra de control y definición. Sus tres tantos sentenciaron a un Barcelona que, hacia el final, intentó responder, pero solo pudo anotar un tanto.

 

El ying y el yang

Así como en esta figura, por más oscuridad que haya en una cierta etapa de la vida, siempre habrá algo de luz; así como por mayor claridad que haya, siempre habrá algo de oscuridad. Esto le pasó a Raúl, quien en esta campaña (97-98) arrastró problemas físicos debidos a una pubalgia que tuvo lugar en la pretemporada. Solo anotó 10 goles en liga, aunque en la Champions pudo ayudar un poco más al equipo. En esta temporada, a pesar de haber empobrecido sus números, Raúl obtuvo su primera Copa de Europa con el alemán Heynckes a cargo del timón del barco merengue.

 

Del cielo al suelo (y de nuevo al cielo)

El Madrid disputó la Supercopa de la UEFA ante el Chelsea y cayó derrotado por 1-0 en el debut de Guus Hiddink. No obstante, el conjunto blanco volvería a la gloria al ser ganador de la Copa Intercontinental (hoy llamada Mundial de Clubes de la FIFA o Mundialito).

En ese encuentro, Raúl anotó hacia el final del compromiso un tanto bautizado como el «gol de aguanís». El delantero controló un balón aéreo dentro del área, recortó hacia su pierna derecha y dejó a un rival regado, luego amagó para que pasara de largo otro jugador y con el arco a su merced, definió para colocar el 1-2 en el marcador y darle así el título a su club frente al Vasco da Gama de Brasil.

 

El primer ‘Pichichi’

20 Oct 1999: Raul of Real Madrid in action during the Champions League match against Porto played at the Estadio Das Antas in Oporto, Portugal. Picture: Nuno Correia. Mandatory Credit: AllsportUK /Allsport

1999 no fue uno de los mejores años del Real Madrid, pero sí fue uno de los mejores años de Raúl, de hecho, fue su mejor año hasta entonces. Anotó 25 goles en 37 partidos de liga y superó en la tabla de goleadores a nada más y nada menos que Rivaldo, quien anotó 24 goles, y al argentino Claudio López, del Valencia, quien anotó tres goles menos que el brasilero. Asimismo, Morientes, ya compañero de ataque en el Bernabéu, convirtió 19 goles. El club merengue finalizaría segundo en La Liga, 11 puntos por detrás del Barcelona, equipo que lideró la tabla de clasificación desde la jornada 19 hasta el final del campeonato. En esta campaña, la defensa del Madrid encajó 62 goles, siendo una de las peores en todo el torneo, a pesar de ser el segundo mejor ataque.

 

Silencio nuevo

Para la 99-00, el ambiente en el equipo era un poco convulso. Toshack estaba al mando, pero los resultados no eran los mejores. Tocaba visitar el siempre difícil Camp Nou. A pesar del mal augurio que se tenía previo al partido, los merengues igualaron a dos con un histórico tanto de Rául González Blanco, quien decidió celebrarlo mandando a callar a todo el «Campo Nuevo» en Cataluña. Ha pasado a la historia como una de las celebraciones más icónicas del fútbol moderno. De hecho, Cristiano Ronaldo imitaría, en parte, este gesto de Raúl, cuando celebró un tanto llevando su dedo índice a la boca y luego señalando su pecho y al suelo diciendo: «Yo estoy aquí».

 

Un ángel suelto por el bosque

A pesar del inicio complicado, en noviembre del 99, Vicente del Bosque tomó las riendas del equipo merengue. Raúl era inamovible de la alineación titular; en principio, rotaba el ataque con Anelka o Morientes, quien terminaría por quitarle el puesto al francés.

En esa campaña, el Madrid llegó nuevamente a la máxima instancia de la UEFA Champions League, pero previo a ello, tuvo una llave complicadísima ante el Manchester United. Tras empatar sin goles en el Bernabéu, los de Del Bosque tenían una dura tarea en Old Trafford: empatar por un gol o más o ganar el compromiso. Un autogol de Keane y un doblete de Raúl, tras aquella famosa jugada de redondo por la banda izquierda, le permitieron a los merengues avanzar a semis, en las que eliminaron al Bayern Múnich.

En la final, Raúl volvería a lograrlo: anotó el gol definitivo que sentenciaba así al Valencia y ponía el 3-0 en el marcador tras driblar a ‘Santi’ Cañizares y definir a contrapie frente al defensor que corría para evitar el remate.

Fueron 10 goles en esa edición de la Champions y fue elegido como el Mejor Delantero de las Competiciones de la UEFA para la temporada 99-00, así como también fue nombrado por la FIFA como el Mejor Delantero del Mundo del año. Raúl fue un ángel suelto por el bosque ideado por Don Vicente.

 

Ángel galáctico

Llegaría la era de las estrellas en el Bernabéu: Figo, para empezar, se sumaba a un equipo al que más tarde llegarían nombres como Beckham, Owen y Zidane. Sin embargo, el Madrid perdió en esta campaña la Supercopa de Europa frente al Galatasaray y perdería también la Copa Intercontinental por 2-1 frente a Boca Juniors de Argentina. Finalizaría la liga española con un nuevo título, tras cuatro años sin conseguirlo, dejando en el segundo lugar al Deportivo La Coruña.

Para la campaña 2001-2002, el equipo inició con buen pie al vencer en la Supercopa española al Mallorca por 3-0, incluyendo un tanto de Raúl. El club no tuvo mayor opción en la liga local y en la Copa del Rey cayó en la final frente al mismísimo «Depor», en el Santiago Bernabéu.

Tras el estrepitoso final en las competiciones locales, las esperabas estaban puestas en la UEFA Champions League, una vez más. El Madrid disputaba la final en Glasgow frente al Bayer Leverkusen. Raúl anotaría uno de los goles y el otro fue obra de Zidane, con aquella magnífica volea de zurda y al ángulo tras un centro de Roberto Carlos. Era la novena Copa de Europa, pero la siguiente tardaría en llegar muchos años más.

 

El adiós

Raúl se despidió, como muchas veces suele ocurrir con algunas estrellas, por la puerta de atrás. A modo de autocrítica, habría que decir que el Real Madrid no le dio a Raúl González la despedida que merecía alguien de su trayectoria, un jugador que dejó todo en el campo por y para el Madrid. Con sus días contados en el club y ya en el ocaso de su carrera, puso rumbo a Alemania, en donde jugó para el Schalke 04.

«El Ángel» dejó registros impresionantes. Solo en la UEFA Champions League fueron 71 anotaciones. Era el líder histórico hasta que Cristiano Ronaldo y Messi lo destronaron en su encarnizada lucha de este siglo; en liga fueron más de 220 anotaciones… En total, fueron 16 títulos en la Casa Blanca y se dividen en seis Ligas, cuatro Copas, tres Champions, una Supercopa de Europa y dos Copas Intercontinentales.

Texto: Simon Antonio do Couto

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