Lo de Fede Valverde no tiene nombre
Fede Valverde sigue creciendo y mostrando todo su potencial. Ante el Mallorca, carrerón de 52 metros y latigazo de zurda a la escuadra. Además, Ancelotti en la sala de prensa afirmó que será un gran líder en el futuro
Si el Real Madrid consiguió remontar al Mallorca en el Bernabéu fue, en gran parte, por un jugadorazo que desatascó el partido y guió a los blancos a la senda del triunfo, y no podía ser otro que ‘el halcón’: Fede Valverde. El charrúa anotó un auténtico golazo después de recorrerse 52 metros. Desde su campo hasta la frontal de la portería que defendía el equipo balear. Incansable, imparable y extraordinaria fue la conducción del uruguayo, que iba eliminando camisetas rojas en cuestión de segundos como si fuese fácil, para sacarse un misil con su pierna izquierda y colocar el balón en la mismísima escuadra.
Igualó la contienda instantes antes del descanso para desatar la euforia en el Bernabéu, y tras su golazo, el público coreó su nombre.
El Real Madrid mantiene su inmaculada hoja de servicios en lo que va de temporada porque ha encontrado una combinación mágica que abre todas las puertas. La ‘doble V’ que desatascó el partido en Celtic Park volvió a ser definitiva ante el Mallorca. Al borde del descanso, el Halcón charrúa salió desde su propia línea de medios, superó por potencia a dos rivales y se soltó desde la frontal un latigazo de zurda a la escuadra. Un gol extraordinario para poner en pie el Bernabéu y decretar la pausa.
La ‘Doble V’ siempre rescata al Madrid
Fue Vinicius quien al fin encontró la jugada la jugada deseada. Rodrygo desbordó por el centro, abrió a su socio y Vini eliminó a su par con un control que era un regate. Un toque largo hacia la derecha, suficiente para eliminar al central y crear el espacio justo para medirse a Rajkovic. Definió con sutileza, picando, suave y ejecutó su bailecito.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) September 11, 2022
Fede Valverde es la antítesis del fútbol de posesión. Es el prototipo del futbolista moderno. El uruguayo es fuerza y energía en el juego de las transiciones, verticalidad, juego directo. Está lejos de los que aman el ‘tiki-taka’. El golazo contra el Mallorca lo tiene todo para los defensores de las acciones rápidas, de cómo se tiene que jugar al fútbol con el menor número de pases para llegar a la portería contraria. Es una demostración de que la garra, el empuje, también tiene su lado estético.
No hay secretos ni tácticas en el gol del ‘halcón’. Hay una acción que no se prepara en la pizarra. Una arrancada de futbolista de barrio que no se entrena durante la semana. Es el juego bruto y primitivo del futbolista que toma decisiones por encima de los sistemas. Lo marcó en un momento crítico para su equipo, en la derrota, en el descuento de la primera parte. Un gol psicológico. Pocos en el mundo pueden marcar un gol como el de Fede.
Foto: Ángel Martinez/Getty Images