#LaBoticaMadridista | La ilusión madridista
Hace solamente una semana que el Madrid salía goleado del Camp Nou y veía cómo la crisis en la que ya se encontraba inmerso, lejos de desaparecer, alcanzaba su pico más alto. Los resultados eran pésimos y el equipo no parecía poder salir de dicha situación. Todo ello acabó con Lopetegui destituido.
Por su parte, el aficionado madridista entró también en crisis y empezó a temerse lo peor, reviviendo viejos fantasmas del pasado en los que la temporada acababa siendo una auténtica pesadilla, con técnicos que iban y venían, con fichajes de dudosa categoría para intentar paliar los efectos del seísmo y hasta con un presidente abandonando el barco en mitad de la travesía. Da igual que aún estemos en noviembre y que haya tiempo para hacer grandes cosas, los madridistas ya hablábamos de renovación del vestuario, de vacas sagradas que deben salir, de entrenadores con mano dura y hasta de la dimisión de Florentino.
Pero bastó una rueda de prensa del nuevo entrenador blanco, de una goleada en copa, aunque fuera a un modesto como el Melilla, y de un gran partido de nuestra, parece, futura estrella y los nubarrones se diluyeron como un azucarillo y dieron paso a un Sol radiante. De repente vemos a Solari como nuestro gran salvador y hasta le vemos semejanzas con Zidane, seguramente por la situación en la que ambos se hicieron cargo del banquillo madridista; Vinicius nos parece el nuevo Pelé y queremos verlo de titular pase lo que pase; y los siete puntos que nos distancian del líder, ya no nos parecen un camino insalvable y aspiramos de nuevo a todo.
Y es que el madridismo funciona así. Tarda muy poco en sacar las antorchas y en querer meterle fuego a todo, entrando en modo depresivo en cuanto vienen dos derrotas consecutivas. Pero también necesita muy poco para volverse a ilusionar y darle la vuelta a ese estado de ánimo. Esperemos que esta nueva dosis de optimismo no sea un espejismo y no tengamos que volver a hacer el camino inverso en esta particular montaña rusa en la que viaja la afición madridista.
Texto: José Valenzuela
Foto: ElPaís
