En Glasgow a Hazard se le volvieron a abrir las puertas del Edén

7 septiembre 2022 - 18:16
En Glasgow a Hazard se le volvieron a abrir las puertas del Edén

Parafraseando a Valdano «El club más exigente del mundo es el que está siempre obligado a ganar y ese es el Real Madrid». Fruto de esa exigencia la afición más exigente del mundo. Las oportunidades en el Real Madrid son escasas. Si dejas pasar el tren, otro ocupará tu puesto. El Madrid no espera a nadie. Sin embargo, el madridismo sigue esperando a Eden Hazard.

Es curioso el caso del belga. Un futbolista que se oficializó un 7 de junio de 2019. Llegaba un jugador total, uno de los mejores del mundo. Podríamos decir que un galáctico. Esos jugadores destinados a jugar en el Real Madrid. Hazard había luchado muchos años por vestir la blanca. Era un secreto a voces el amor que procesaba desde pequeño al club blanco. Dos historias destinadas a encontrarse.

La espectación fue absoluta. El Bernabéu se llenó para recibirle. Se enfundó la mítica «7» como a quien no le pesa la historia. Sin embargo, todos nos rompimos aquel día que su tobillo dijo basta. Desde entonces Hazard no fue Hazard nunca más.

Estos años las cosas no han podido salirle peor. En muchas ocasiones necesitó autocrítica, en otras la mala suerte se ha cegado con Eden.

El año pasado dejó un mensaje claro y conciso en la celebración de Cibeles. Frente a miles de madridistas Hazard fue escueto «prometo que el año que viene voy a darlo todo por vosotros». No solo los aficionados se volvieron locos, también sus compañeros se abalanzaron sobre él. Y es que Hazard nunca ha tenido una palabra más alta que otra. Ha aceptado su posición en la plantilla y es querido por todo el vestuario.

Es curioso el caso de Eden. A estas alturas con otro futbolista el madridismo habría dimitido. Simplemente no esperarían nada más o se resignarian a aceptar que no va a ser nunca más lo que prometió ser. Sin embargo, hay una extraña sensación por la cual el madridismo sigue esperanzado con el 7. Un empeño en que las cosas le salgan bien. Una rebeldía a resignarse a que esta historia de amor tenga un final tan sumamente triste.

https://youtu.be/gBi4S4HMwvw

Y entre tanto, un final de mercado de traspasos en el que se deslizó que el Madrid estaría dispuesto a dejarle marchar. Un inicio de temporada en el que a penas ha contado con minutos. Un penalti fallado en Vigo. Y un Hazard que empezaba a cansarse de esta situación como verbalizó en el banquillo el sábado «siempre los mismos cambios».

En cierta forma ese comentario denota que tiene ganas de demostrar. Que de verdad este año está dispuesto a todo para volver a disfrutar del fútbol. En parte Hazard parece sentirse en deuda con el club y la afición.

Cuando todo empezaba a torcerse definitivamente, en Gasglow volvió a pasar el tren por su estación. Lesión de Benzema y Ancelotti eligió al belga. Hazard con 60 minutos por delante en el mes de septiembre en el inicio de la Champions.

Los primeros minutos se notó la falta de ritmo y de confianza. En el fútbol es tan importante el talento y el físico como el plano mental. Poco a poco fue conectando con sus compañeros y acomodándose a su nueva posición. Encontró huecos entre líneas, se ofreció y participó en el primer gol lo que hizo que su autoestima creciese. Posteriormente, una conducción como las de antaño y un pase en el momento perfecto. Acción clara de gol que remató Luka Modric. Y finalmente, su dedo mostró el camino a Carvajal que asistió a la perfección para que Eden se reencontrase con la sensación del gol.

Volvió a sonreír y sus compañeros no pudieron ocultar su felicidad.

Ayer en un escenario mítico como el Celtic Park puede que tuviese lugar la resurrección de Hazard.

El resto es nada más y nada menos que sustituir al mejor futbolista del mundo. Al insustituible Karim Benzema. Por si fuese poco, ocupar una posición que no es la natural del belga. Pero qué es eso después de todo lo que le ha tocado sufrir en este tiempo.

El madridismo se vuelve a preguntar «¿Y si esta vez sí?». Y muchos madridistas vuelven a reflotar el barco de Hazard. El barco que se resistieron a dar por perdido. Y los antimadridistas vuelven a pensar ¿Otra vez?

No sé qué sucederá con Hazard, pero creo que se merece que las cosas salgan bien.

No sé que sucederá, pero en Glasgow a Hazard se le volvieron a abrir las puertas del Edén.

Foto: ANDY BUCHANAN/AFP via Getty Images

Escribir es mi pasión y el fútbol una religión en la que el Real Madrid es lo más sagrado. Soy de los que piensa que si el Real Madrid no existiese habría que inventarlo. Escribo con el corazón, que es donde tengo cosido el escudo del Real Madrid y si me pinchan sangro blanco porque me corre por las venas. Madridista Real es el rincón en el que pongo palabras a todo lo que el Real Madrid me hace sentir. Os invito a compartir conmigo este espacio al que yo llamaría hogar.

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