En Clave Morada | Mariano, el último mohicano
«Sobrevive. Pase lo que pase tienes que vivir, iré a buscarte por mucho que me cueste, por muy lejos que estés… te encontraré». Algo así le podría haber susurrado el subconsciente a Mariano Díaz a medida que pasaban las semanas y el delantero catalán de ascendencia dominicana veía una y otra vez desde la grada a sus compañeros en cada partido del Real Madrid.
La trayectoria de Mariano esta temporada es uno de esos casos paradigmáticos de como hasta el último integrante de la plantilla en un equipo puede llegar a tener su papel protagonista de forma inesperada en cualquier momento. Si bien el que para Zidane es el tercer delantero de la plantilla apenas había disputado 44 minutos en la Supercopa de España durante estos últimos meses de competición e incluso desde el club se le invitó a abandonar la disciplina madridista en el pasado mercado invernal, su salida al campo anoche en El Clásico disputado en el Santiago Bernabéu se tradujo casi instantáneamente en el segundo gol para el Real Madrid, lo que certificaba definitivamente la victoria blanca y la recuperación del liderato en Liga.
Sería muy ventajista recriminarle a Zizou los pocos minutos de los que ha gozado Mariano esta temporada hasta el momento, y más si atendemos a su infinidad de lesiones, molestias y sesiones de entrenamiento «dentro de las instalaciones», al margen del grupo, que se han convertido en la tónica habitual desde el año pasado. Pero también sería de necios negar que en este tramo final de la temporada su rol como revulsivo desde el banquillo podría ser muy útil en determinados contextos, y que el técnico francés no debería renunciar a ese activo.
En términos globales Luka Jovic es mucho más jugador que Mariano Díaz. No descubrimos la pólvora al comparar al segundo delantero del equipo con el tercero. Pero quizá su perfil necesite, al igual que Karim, de muchos minutos en el campo para producir grandes réditos a su equipo, y se adapte peor al papel que Zizou últimamente le está encomendando: producir en pocos minutos.
Probablemente Mariano no tenga nivel para ser el delantero titular del Real Madrid. Ni siquiera para ser el 9 suplente que le ponga las cosas complicadas a Karim en determinados tramos de la temporada e incluso le cuestione la titularidad. Pero de lo que no cabe duda es que su ímpetu y energía cada vez que pisa el terreno de juego encaja a la perfección como «agitador» de partidos en un equipo que últimamente suele venirse abajo muy pronto a nivel anímico cada vez que afronta un marcador en contra en los últimos minutos de los encuentros, sin rastro de aquel espíritu tan castizo de las remontadas imposibles.
A veces, ante los retos más complicados, es cuando actores inesperados cobran un protagonismo que no les corresponde. Como el de Mariano en Manchester.
Texto: @Bricepinkfloyd
Foto: GABRIEL BOUYS/AFP via Getty Images