El ‘nuevo’ Bellingham se reencuentra con el gol
Ryan Pierse/Getty Images
Jude Bellingham anotó el primer gol del curso. Lo hizo en Wembley y con la selección inglesa. La derrota de los Three Lions ante Grecia no la evitó ni el propio Jude. Su nuevo rol, clave en el esquema de Carlo Ancelotti en el Real Madrid y en Inglaterra
Jude Bellingham rompió su sequía. Por fin, el centrocampista inglés volvió a reencontrarse con el gol, en la que fue su primera diana en lo que llevamos de temporada. Lo hizo con la selección anglosajona, es cierto, pero las sensaciones fueron más que positivas a pesar de que Inglaterra cayó, de manera estrepitosa, contra Grecia.
Wembley fue testigo de una nueva debacle de la selección que ya no entrena Southgate, pero que sigue dejando en evidencia las mismas carencias de siempre: juego lento, poca verticalidad y muy poco gol, a pesar del innumerable talento que poseen los jugadores que conforman la selección. Jude, un día más, fue de lo poco salvable de la vigente subcampeona de Europa. Anotó 1 gol y jugó los 90 minutos, dio 77 toques de balón y tuvo un 76% de precisión en sus pases en campo contrario. Además, ganó el 70% de los duelos y le hicieron un total de 4 faltas, según datos de Sofascore. Su papel de líder resaltó por encima del resto.
Su nuevo rol ha tenido que agilizarse no solo en Inglaterra, sino también en el club blanco tras la salida de Toni Kroos. En el primer tramo del curso de la temporada pasada, a estas alturas, Bellingham había marcado 10 goles y, en parte, fue por la posición que el técnico italiano le dio. Jugó de mediapunta, como falso delantero, y ahí, se le cayeron los tantos del bolsillo al inglés, que acabó la temporada como Pichichi de LaLiga con 19 goles (23 en toda la temporada) y 12 asistencias.
Poco a poco, su producción goleadora se fue diluyendo (seis goles entre enero y mayo de 2024), pero siguió siendo un imprescindible en el Real Madrid, jugando un poco más retrasado, en la posición de volante/organizador que anteriormente ocupaba Kroos. De igual manera, Jude debe ser consciente de que no siempre se puede marcar para ser importante, y que debe dosificar esos ‘sprints’ de más que muchas veces le lastran por el terreno de juego.
Ante Grecia, Jude Bellingham dejó registros de estrella mundial. No hace falta presentación alguna para saber el tipo de jugador que es, pero sí que es llamativo que cada vez retrase más su posición. Bellingham, que siempre ha sido el ejemplo de comparación similar al estilo de juego que en su día predominaba en Zinedine Zidane, ahora se puede decir que también hace de Kroos.
El ‘nuevo’ Bellingham: menos gol, pero más incidencia en el juego
Porque el inglés, aparte de físico, despliegue y gol, también tiene calidad, y mucha, en sus botas. Su visión de juego es clave -y debe serlo-, en el Real Madrid, para que los atacantes se nutran de esos balones o envíos que anteriormente realizaba el teutón. Pese a ser un jugador con mucha movilidad en ataque, Bellingham ha tenido que asentarse en el costado izquierdo debido a la llegada de Mbappé, principalmente.
Su labor en ataque ya no es tan imprescindible, porque la pareja de baile en cada partido, Vinicius y el propio Kylian, son los que llevan la dirección de orquesta en cada duelo. Además, si lo comparamos con su fútbol del año pasado, Bellingham promediaba 4 toques en el área rival, y este año está promediando 2,89. Este dato significa que, en la parcela ofensiva, el brasileño y el francés son los que cargan con la responsabilidad de los goles, y en mayor medida, Bellingham con la de defender y hacer jugar al equipo, porque por sus botas, pasa las entrañas del nuevo Madrid. Y el ‘nuevo’ Bellingham debe asumirlo.