El Madrid de las remontadas… y de Rodrygo
Los blancos remontaron nuevamente, en Chamartín, para disputar las semifinales de Copa. Rodrygo fue quien empezó la gesta y se reivindicó con su golazo.
El Real Madrid volvió a remontar. Es algo que ha dejado de ser noticia, porque el equipo blanco ha hecho del verbo remontar una de sus señas más identificarias. A los de Ancelotti no se les puede dar por muertos y el partido de anoche fue otra muestra.
El caminar del Madrid por esta Copa ha sido otra explicación de por qué las remontadas son marca de la casa en Chamartín.
El delantero canarinho le da aporta, como bien dice Ancelotti, energía al equipo cuando ingresa en las segundas partes, pero también le da verticalidad, electricidad y, sobre todo, gol. Su gran capacidad de desborde sale a relucir mejor con los rivales más cansados, lo que le permite marcharse con facilidad y plantarse ante el portero rival. Pero también tiene ese duende que le permite mantener un idilio con la portería rival, lo que le ha convertido además en el gran protagonista de las últimas remontadas madridistas.
El gol supuso el empate a uno en el minuto 80. Un tanto que en ese momento forzaba la prórroga y que devolvía la tranquilidad a un Bernabéu en el que los de Ancelotti no estaban cuajando un buen partido. Rodrygo había salido minutos antes en sustitución de Fede Valverde. Desde una posición de mediapunta, consiguió dejar en el suelo a la defensa rojiblanca para hacer un gol con el que emuló a Pelé.
El brasileño recibió en la frontal, sentó a cuatro jugadores del Atlético y definió con el exterior del pie como habría hecho su padre Luka Modric.
Partidazo de Ceballos, Camavinga y Vinicius
El centrocampista se quedó en el banquillo pese a que venía de hacer dos partidazos. Era lo previsible en una noche de derbi, con Kroos y Modric por delante del escalafón, pero el fútbol son estados de forma y ahora mismo Ceballos, junto a Camavinga, es el mejor de los medios del Real Madrid. De hecho, el equipo notó su entrada para bien. Con el sevillano, el Madrid fue más dinámico, más vertical y circuló más rápido la pelota. Militao lo intentó de todas las maneras y con sus arrancadas puso en aprietos al equipo rojiblanco.
El futbolista brasileño vivió una de sus peores mañanas como jugador del Madrid, pero afrontó el partido con la misma profesionalidad de siempre, aislándose de todo. Y luego, en el césped del Santiago Bernabéu, demostró que es un futbolista diferente. Vimos al Vini de siempre, encarando continuamente, yendo una y otra vez a por los defensas rivales hasta que en el 122′ encontró su recompensa. Golazo. Y a bailar.
Foto: THOMAS COEX/AFP via Getty Images