Crónica Real | El Madrid se aferra a LaLiga y ya vela armas para Anfield (0-2)
Los blancos sufrieron para sacar los 3 puntos ante un buen Osasuna. Valverde abrió la lata y Asensio sentenció. El Madrid duerme a 5 puntos del liderato y ya piensa en la Champions.
El Real Madrid llegaba en cuadro a uno de los campos más complicados de Primera. Osasuna, que está haciendo una temporada espectacular, recibía en El Sadar al equipo de un Ancelotti que no pudo contar con Benzema, Kroos, Mendy y Tchouaméni. Casi medio equipo titular se le ha quedado en casa a un Madrid que además ya hace vigilia para el gran compromiso de la temporada (hasta ahora), el viaje a Anfield para enfrentarse el martes al Liverpool en la ida de octavos de final de la Champions League.
Los blancos saben que El Sadar no es el mejor escenario para relajarse ante el ambiente que les esperaba, como suele ser habitual, aunque los datos invitaban al optimismo: llegaban tras vencer en tres de sus cuatro últimas visitas ligueras y no caen en doce años en Pamplona. Sin embargo, la derrota en Mallorca, también sin Karim, está aún muy reciente y estaban por tanto avisados.
Los rojillos llevan doce años sin doblegar al conjunto blanco en su feudo. Para intentar romper con esa dinámica negativa, el entrenador del equipo navarro, Jagoba Arrasate, recuperaba a Aimar Oroz y Abde.
Osasuna tiene una valentía impropia de su presupuesto. Presiona arriba, adelanta la defensa, mira poco a su espalda. Le gusta a El Sadar, con el que se mimetiza, y a Arrasate. Así que quedó un partido a campo abierto, de vaivenes. En un pestañeo Budimir le quitaba, por intromisión indebida, un gol seguro a Torró, Courtois salvaba un remate de Manu Sánchez y Valverde mandaba una volea cerca de puerta.
El Madrid es ecléctico por vocación y no por necesidad. Así que ante ese hostigamiento pamplonés tiró de balón largo a Vinicius y Rodrygo. No le obsesiona quedarse con la pelota sino con el partido. Estuvo a punto de salirle en un pase larguísimo que cazó Vinicius de espuela. El segundo toque, larguísimo, le condenó. Osasuna aplicó un sistema de ayudas para mitigar el culebreo del brasileño.
Aun así, el Madrid quedó reducido a las buenas ocurrencias de su estrella y a la constante presencia de Camavinga, un jugador todavía con defectos pero con una virtud casi inédita a su edad: la personalidad. Nada le arruga.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) February 18, 2023
El equipo cogió tracción por la reaparición de Modric, una progresión más ambiciosa de Alaba por su banda y una participación mayor de Rodrygo en las operaciones. Dos roscas suyas pudieron acabar en gol. También dos soberbias maniobra de Vinicius en las que le cazó Sergio Herrera. Una vuelta a aquellos tiempos en que echaba a perder un gran partido por una mala definición. Minutos antes le habían anulado un gol por fuera de juego claro en una jugada en la que evaporó al portero con un minisombrero.
Osasuna había recuperado el tono y las piernas, pese al tremendo esfuerzo previo, pero ahí seguía Vinicius, repitiendo una y otra vez, hasta que, al fin, le salió una. Entró por su banda, esperó a que el acorralaran tres en el área y metió el pase a Valverde (78′), que remató sin oposición. Exhausto, con los gemelos al vapor, el brasileño pudo rematar después la faena a pase de Álvaro Rodríguez, que debutaba en la competición. Se lo anularon por un fuera de juego, pero instantes después, Asensio, también a pase del canterano, bajó la persiana, e hizo el definitivo 0-2 (92′). Ahora toca la Champions, esa casa encantada en la que a casi todos se les aparece el Madrid.