Crónica Real | El Girona desmantela al Madrid en una tarde para el olvido (4-2)
El Girona descose a un Madrid fatal en Montilivi. Póker de Taty Castellanos. Vinicius fue el que más lo intentó: gol y asistencia del brasileño.
El Real Madrid empezaba su etapa de ensayos generales para los dos partidos que ahora mismo marcan la temporada del equipo blanco: la final de Copa del Rey ante Osasuna y la visita del City al Bernabéu en la ida de semifinales de Champions League. Y lo hacía en Girona, en Montilivi, ante un equipo que ya le pudo en muchos problemas en el Bernabéu, que juega bien y que quiere sellar la permanencia de forma definitiva y por la puerta grande.
No se esperaba el once de gala porque habría descanso para algunos de los pesos pesados. No estuvo Courtois, baja de última hora. Sin Benzema, lo normal y previsible: Rodrygo, uno de los jugadores más en forma de la plantilla, quien hizo de nueve. Ancelotti no quiere perder más puntos aunque la Liga está casi imposible y va a seguir apostando por jugadores que están siendo claves. Repitieron Kroos y Modric, que fueron suplentes ante el Celta, y con ellos, Valverde. Se quedó fuera del once titular Tchouaméni, que necesita continuidad para recuperar confianza y el peso perdido en el equipo.
El Girona, por su parte, quiere sellar por la puerta grande la permanencia en la categoría y solo podría hacerlo ganando al todopoderoso Real Madrid, que ya en la primera vuelta en el Bernabéu no pudo con los catalanes (1-1). Los de Míchel han ganado cuatro de los últimos cinco partidos en Montilivi y a eso se cogen a la hora de tener esperanzas de victoria.
El Real Madrid cayó en Girona porque está claro que esta no es su Liga. Una exhibición tremenda de Castellanos, que anotó cuatro goles, unida a un partido infame de Militao y del resto de la defensa blanca condenaron a los de Ancelotti a una derrota fea. Vinicius, presa fácil en su habitual caza fuera de casa, fue el mejor de un Madrid que tiene la cabeza en otra cosa. Bueno, la cabeza, el corazón, las piernas…
A los 20 segundos pudo marcar Rodrygo uno de esos goles que se recuerdan durante lustros con un precioso taconazo en el primer palo a un centro lateral de Modric. Entre el defensa y el meta Gazzaniga abortaron el gol.
No levantaron el pie los de Ancelotti, que pusieron cerco al área local y acumularon ocasiones. Nacho primero y Fede Valverde después pusieron a prueba a Gazzaniga por arriba y por abajo. Cogió un resuello de aire el Girona con un par de posesiones largas. Pero el partido era blanco. O lo parecía. Porque un error en cadena de la zaga del Madrid provocó que los locales se adelantaran en el marcador.
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Primero Carvajal no tapó el pase interior de Riquelme, que Militao no acierta a despejar. Rüdiger también se salió de sitio al perseguir a Iván Martín, que se la dio a Miguel Gutiérrez para que la pusiera al centro del área donde Castellanos cabeceó a placer. El Girona se ponía por delante sin quererlo ni merecerlo.
Luego Montilivi comenzó a tomarla con un inspirado Vinicius, que entró al trapo al señalarse el escudo de campeón del Mundo. El brasileño, que había salido inspiradísimo, empezó a recibir por igual tarascadas en el césped e insultos en la grada. Firmó una jugada maradoniana en el 22 en la que sentó a cinco rivales y se la dio a Rodrygo para que marcara, pero el brasileño la echó a las nubes.
Y pasamos del gol cantado del Real Madrid al gol de verdad del Girona. Lo volvió a marcar Taty Castellanos, que se aprovechó de un Militao blandito y despistado en un pelotazo a ninguna parte. Le metió un poco el cuerpo y le bastó para ganarle el sitio. También la carrera. Así que se plantó solo ante Lunin y logró el segundo.
Al final obtuvo el rédito a su dominio en el minuto 33 con un centro medido de Asensio al segundo palo que atacó Vinicius que se incorporaba desde segunda línea. Vini celebró el gol entre los insultos de Montilivi. Y luego volvieron a pegarle palos, palos y más palos, como cada vez que se aleja de La Castellana.
Regresamos del entreacto y el Real Madrid no despertó. Dramón atrás. Ni un minuto tardó Castellanos en firmar su hat-trick ante una defensa blanca de circo. A Nacho le cosió Yan Couto un traje por su banda. Retratado él y retratados otra vez Militao y Rüdiger, que dejaron pasar la pelota para que el delantero del Girona embocara y lograra su primer triplete en España.
Mientras, Vinicius seguía librando su propia guerra y debió ser expulsado por una entrada sobre Arnau cuando ya tenía amarilla. Carletto no daba síntomas de que fuera a cambiarle. Error. Como el que cometió Militao poco después de la media hora, al no saber despejar un centro sencillo a la salida de un córner. Volvió a robarle la cartera ‘El Taty’ Castellanos, que firmó su particular póker.
Hubo tiempo para que al menos, Lucas Vázquez maquillase el marcador con el 4-2 definitivo tras la enésima jugada genial de Vinicius. El Girona celebró su victoria como si hubiera ganado la Champions y el equipo de Ancelotti regresó a Madrid a seguir pensando en sus cosas: la Copa y la Champions.
Foto: Alex Caparros/Getty Images
