#ApuntesDeLaHistoria | Valorar lo conseguido
Desde que concluyó el partido del pasado miércoles frente al Atlético hemos leído y escuchado hasta la saciedad el dato de que no habíamos perdido ninguna Final de carácter internacional desde el año 2000. El Real Madrid cayó entonces frente a los argentinos de Boca Juniors en la Intercontinental. Y la verdad es que ya ha llovido desde entonces… Casi dieciocho años. Dieciocho años en los que a nuestro equipo no le ha ido nada mal en el ámbito de las competiciones europeas. Champions League en 2002, 2014, 2016, 2017, 2018, Supercopa de Europa en 2002, 2014, 2016, 2017, Copa Intercontinental en 2002, Mundial de Clubes en 2014, 2016 y 2017. Trece títulos en trece finales. Impresionante, sobre todo, lo que hemos vivido en estos últimos cuatro años naturales…
Para algunos dieciocho años son toda una vida. Me refiero, claro está, a los aficionados más jóvenes. Muchos quizás todavía no habían nacido cuando Martín Palermo batió un par de veces a Iker Casillas en la Final del Estadio Nacional de Tokio del 28 de noviembre de 2000. Los más jóvenes sólo han visto al Real Madrid ganar finales europeas. Y quizás algunos de los aficionados más veteranos también se habían acostumbrado ya a lo de ver al capitán del Real Madrid levantando el trofeo de turno. Seguro que muchos daban por sentado que la Supercopa de Europa del miércoles sería nuestra porque sí. Porque somos el Real Madrid y porque no se barajaba otra opción. Tantas victorias y tantos triunfos acaban distorsionando un poco la perspectiva y ofrecen la impresión errónea de que ganar es fácil.
Pero no. Esto no consiste sólo en ponerse la camiseta blanca y saltar al césped a ganar. La camiseta sola no gana los partidos. Hay futbolistas que se la tienen que enfundar y hay mucho trabajo y esfuerzo detrás. Y esto es fútbol. Sé que lo que voy a escribir ahora es de Perogrullo, pero creo que es necesario recordarlo en momentos así. El fútbol es un deporte en el que se puede ganar y se puede perder. Sí, se puede perder. Alfredo Di Stéfano, Gento y Puskas también perdieron finales de la Copa de Europa. Hay que saber aceptar las derrotas, aunque duelan. Sólo así se puede valorar de verdad los triunfos y lo que se ha conseguido.
Los que hemos vivido tiempos duros y derrotas dolorosas valoramos realmente todo lo que se ha ganado durante estos últimos años. Nosotros hemos disfrutado de manera especial todas estas Champions League porque sabemos mejor que nadie lo difícil que resulta ganarlas.
Perder una Supercopa de Europa no es ningún drama. Se trata de un título oficial, aunque algunos lo consideran un trofeo menor. Hay que reconocer, y eso es cierto, que en el caso del Real Madrid son títulos a los que se les da mucha más relevancia cuando se pierden que cuando se ganan. Cosas del morbo y de las ganas de enredar de la prensa… Está claro que a todos nos hubiese gustado ganar, pero creo que no hay que darle más vueltas. Se perdió y ya está. No es la primera vez que perdemos una Final y no será la última. Así es el fútbol y así es la vida. Unas veces se gana y otras se pierde.
Pero sí creo que esta derrota debe servir para valorar lo conseguido hasta ahora. Que tomen nota los más jóvenes. 4 Champions League, 3 Supercopas de Europa y 3 Mundiales en cinco temporadas es algo extraordinario. Esta derrota nos tiene que servir para echar la vista atrás, ver lo que hemos alcanzado en esta reciente etapa tan fructífera y sentirnos muy orgullosos. Orgullosos de nuestra Historia. Y, a continuación, mirar de nuevo hacia delante y seguir trabajando. No queda otra. Hay que tirar de calidad y además trabajar duro, con garra y mucho esfuerzo para intentar volver a ganar. La temporada no ha hecho más que empezar y queda todo por delante. Hay mucha Historia por hacer…
Texto: @Rancoma_
Fotos: Realmadrid.com