Álvaro Odriozola | La bala de la Concha

Álvaro Odriozola | La bala de la Concha

La espléndida playa de La Concha, es una fuente inagotable de ilustres guipuzcoanos que, en sus inicios, deslumbraron a propios y extraños jugando sobre la fina arena de la ribera vasca. Desde Arconada hasta Txiki Beguiristain, pasando por Bakero, López Ufarte, Larrea, Alkiza… todos, incluido D. Álvaro Odriozola Arzallus.

El lateral guipuzcoano nació en San Sebastián el 14 de diciembre de 1995 y, desde muy pequeño, junto con su hermano Pablo en las preciosas plazas interiores de Benta Berri, Álvaro tenía clara cual era su pasión, el fútbol y nada más que el fútbol.

Sus primeros pasos los da en el equipo de fútbol de su colegio, el marianista Colegio Aldapeta. Su entrenador por aquel entonces, Pedro Ramos, destaca del lateral vasco su rapidez, su electricidad, pero, sobre todo, su responsabilidad y su bellísima personalidad.

Con el colegio ganaron el prestigioso torneo de fútbol playero de La Concha, e inmediatamente, los responsables de la cantera txuri urdin, contactaron con el chaval y lo embarcaron en la expedición del alevín que tomaría parte del torneo de Brunete de fútbol 7, torneo en el que se exhiben las canteras más grandes de Europa y que, ese año, el conjunto vasco llegaría a la final perdiéndola ante el alevín del Villarreal, C.F.

En esos años pasados en la cantera, Álvaro continuará deslumbrando por su rapidez, lo que haría que, de jugar como extremo, sus entrenadores, con Iñaki Satrústegui a la cabeza, le reposicionaran al lateral derecho, donde esta velocidad le hace desbordar rivales con una facilidad pasmosa.

El cobijo de un chaval que con 18 años debuta con el equipo filial de un histórico como la Real Sociedad, C.F., no puede ser otro que su familia. La familia de Álvaro es su cobijo y apoyo, desde su abuela, la principal “culpable” de ese corazón blanquiazul, hasta su hermano y mejor amigo Pablo, le aseguran un entorno estable, asentado, que le obliga a tener los pies en el suelo en estos momentos de euforia generada por su meteórica ascensión desde los campos de Zubieta al Mundial de Rusia ´18 con la selección española absoluta.

El 16 de enero de 2017, debutará con la Real Sociedad lejos de Anoeta, concretamente en el campo de La Rosaleda, convirtiéndose desde ese mismo momento en el lateral derecho titular del conjunto blanquiazul.

La siguiente temporada, y ya formando parte de la primera plantilla por pleno derecho, portando el dorsal 19, Álvaro será una de las revelaciones de La Liga, algo que le valió para entrar en las quinielas de varios clubes que se mostraban interesados en su fichaje y, lo más importante, la convocatoria con la selección absoluta en un partido contra Albania en Alicante. En dicho partido, lejos de arrugarse, el lateral blanco tiró de velocidad y desparpajo, sus brillantes señas de identidad futbolística, dando una asistencia de gol y completando un brillantísimo partido.

Esa brillante temporada, su convocatoria con la absoluta nacional y la necesidad del Real Madrid, C.F. de incorporar un lateral dispuesto a plantar cara nada más y nada menos que al mejor lateral derecho del mundo, Dani Carvajal, posibilitarán el fichaje de Álvaro por el Real Madrid, C.F., quien pagará la cláusula de rescisión que le ataba al conjunto vasco y posibilitará la llegada al club tres veces consecutivas campeón de Europa.

A partir de ese instante, de Álvaro esperamos todo, todo lo que ya ha mostrado que tiene, lucha, sacrificio, elegancia, clase, corazón, garra, estilo, velocidad… todo ello ya nos ha demostrado que lo tiene, que es capaz de demostrarlo, ahora le toca demostrarlo en el más exigente de los escenarios, en el Real Madrid, C.F.

Desde aquí, desde la Revista Madridista Real, bienvenido Álvaro, mucha suerte y todo nuestra admiración y apoyo.

HALA MADRID.

Texto: Pedro González

Foto: AS

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