Opinión | Abuelo, tenemos a Benzema y mañana somos más
Escribo esta entrada a horas de comenzar la final. Otra final de Champions más, pero especial después de todo lo sufrido. Es inevitable acordarnos de personas que ya no están y que nos gustaría que hubiesen disfrutado de esta temporada de manicomio, de ADN Real. Esa persona que os gustaría que bajase 90 minutos para sentarse a vuestro lado y animar juntos una vez mas. Mañana seremos más.
Esa persona para mi es mi abuelo y hoy os voy a hablar de él. Un madridista de pura cepa, de los de saber ganar pero también perder. De los que disfrutaba del fútbol y el baloncesto del Real Madrid. Pero hay alguien que siempre fue su debilidad, Karim Benzema.
Hoy en día es fácil reconocer que el francés es el mejor futbolista del mundo, una leyenda blanca y el líder absoluto de este equipo. Un erudito que entiende el fútbol mejor que nadie. El principal culpable de que el Real Madrid este donde está.
Esto no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que Karim estaba siempre en tela de juicio y donde incluso mucha parte del madridismo (yo me incluyo) fuimos injustos con él. Las dudas de la relación del 9 que porta a la espalda, con su estilo de futbol, la falta de gol, la sombra alargada de Cristiano, su carácter frío, los mil sustitutos que sonaron… Menos mal que no nos hicieron caso.
Mi abuelo se sentaba a ver al Real Madrid, pero quién le hacía disfrutar era Karim.
«Benzema es el mejor del Madrid, anda que no es bueno, nadie juega como él»
Cada vez que Benzema anotaba un gol nos miraba a mi padre y a mí y nos increpaba «¿Quién ha marcado? Benzema, el mejor». Y qué razón tenía.
Tristemente se marchó en 2020 y no pudo disfrutar de la liga de la pandemia. De estas tres temporadas sublimes donde Karim se ha posicionado como el segundo máximo goleador histórico del Real Madrid. Donde Benzema se ha elevado al Olimpo de las leyendas blancas. Cuando Karim se ha convertido en el líder indiscutible de esta plantilla.
No os voy a mentir, cada gol de Benzema no es sólo una alegría inmensa como madridista, es sonreír nostálgica mente imaginando en el sofá a mi abuelo mirándome con esa mirada de «ya te lo dije, tenía razón, Benzema es el mejor».
Creo que en el madridismo solo Florentino Pérez y mi abuelo creyeron firmemente que Karim sería el mejor del mundo.
A pocas horas de jugarnos otra final no puedo evitar acordarme de mi abuelo, a quien le arrebataron los mejores años de Benzema entre otras muchas cosas claro está.
Y es que la famosa frase de Karim «yo juego para los que saben de futbol» parece que estuviese dedicada a todos aquellos que supieron ver más allá de los números. A los que creyeron firmemente que Benzema sería el monstruo que hoy es. Y entre ellos puedo decir con orgullo que estaba mi abuelo.
Karim, si algún día lees esto quiero darte las gracias por hacer disfrutar a mi abuelo, por demostrarnos que él no se equivocaba. Y aunque ya no esté aquí físicamente, yo sé que el celebra orgulloso cada uno de tus goles. Cada triunfo del Real Madrid.
Todos os acordareis de alguien mañana durante la final y por eso mañana seremos más almas que las terrenales. Para mí esa es la belleza más pura del fútbol. La felicidad de compartirlo con los que están y con los que por desgracia se tuvieron que marchar.
Mi abuelo era madridista y de Karim Benzema, imaginaos lo que ha tenido que disfrutar esta temporada. Mañana se sentará a mi lado desde donde quiera que esté y ojalá me vuelva a mirar sonriendo mientras dice:
«¿Ahora qué? ¿Quién ha vuelto a marcar? Benzema, el mejor?»
Foto: Denis Doyle/Getty Images