Opinión | Comodín Valverde
En plena época de fichajes y rumores, llega el momento para empezar a definir el futuro de muchos futbolistas jóvenes del primer equipo, así como el de los cedidos que se encuentran distribuidos por distintos clubes del continente europeo. Entre los jóvenes se encuentra Fede Valverde, un futbolista que se ganó la confianza de Zinedine Zidane tras el regreso del francés al banquillo, y que apunta a ser el comodín del galo en el centro del campo la próxima temporada. Y condiciones le sobran para ello.
Valverde llegó al Real Madrid en el año 2016 procedente de Peñarol. Ya con 16 años era un jugador que asombraba en su país, tanto en el propio Peñarol como en las categorías inferiores de la selección uruguaya, lo que le valió para recibir el interés de muchos clubes europeos, entre ellos el Real Madrid. No extraña que su entrenador por aquel entonces, Pablo Bengoechea, dijera que «nunca vi a un jugador con 16 años con tantas virtudes. Me parece un jugador de fútbol excepcional». Sin duda se trataba de un chico especial, y por eso mismo el Real Madrid se hizo con sus servicios para incorporarlo al Castilla de cara a la temporada 2016-2017.
En su primer año en España, no necesitó demasiado período de adaptación. Santiago Solari le tuvo plena confianza desde el principio, y el uruguayo respondió rindiendo en casi todas las posiciones de campo. Incluso llegó a jugar de central sin haberlo entrenado previamente, dando un gran nivel en el eje de la zaga. Ya en 2ªB se veía que era un jugador diferente, capaz de recuperar balones pero también de distribuirlos, con llegada al área contraria y un gran golpeo de media y larga distancia. Como era de esperar, la categoría se le quedó corta, y al año siguiente fue cedido al Deportivo de la Coruña, además de debutar con la selección absoluta de Uruguay. Su año de cesión en tierras gallegas no funcionó por culpa de una lesión y la irregularidad del equipo coruñés, pero eso no iba a impedir el regreso de Fede al Real Madrid.
Valverde, pese a su edad y la competencia, se ganó su presencia en la primera plantilla para la temporada 18/19. Y lo cierto es que ha ido de menos a más, jugando poco con Lopetegui, entrando con más frecuencia en el equipo al llegar Solari (su primer técnico en España) y siendo muy importante en los planes de Zidane en última instancia. Pasada esa primera temporada de aprendizaje, parece que ha llegado su hora. El uruguayo tiene la confianza de Zidane, y se le presenta la oportunidad de ser un relevo de garantías en la medular del Real Madrid. O mejor dicho, un «comodín» de lujo para todas las posiciones del centro del campo. Fede es el perfil de jugador que todo entrenador desearía tener en su plantilla. Y por edad y condiciones, su mejor versión aún está por llegar.
En los partidos que hemos podido verle con Zidane en el banquillo, ha sacado a relucir 2 de sus principales cualidades: despliegue físico e inteligencia en el juego. Valverde es un jugador pegajoso que jamás rehuye el choque, y tiene pulmones para estar 90 minutos a la máxima intensidad. Al mismo tiempo, le hemos visto dar pases al espacio de mucha categoría (el partido ante el Villarreal en el Bernabéu es un buen ejemplo) y saber jugar la pelota tanto en corto como en largo. Una mezcla de físico y talento todavía por evolucionar que no ha escapado a los ojos de Zinedine Zidane. Si los partidos del francés en el banquillo la pasada temporada eran un «casting» para continuar en el equipo, Valverde pasó la prueba con nota alta.
Por buscar un paralelismo, Fede Valverde apunta a ser el nuevo Kovacic de Zidane. El croata valía para suplir a Casemiro, Modric o Kroos por igual, se adaptaba a cualquier sistema y realizaba un gran despliegue en cada encuentro. Valverde se ajusta de maravilla a ese rol, pero tiene una ventaja con respecto a Mateo: su inteligencia táctica y su margen de mejora. El uruguayo todavía no ha encadenado 20 partidos seguidos en el primer equipo, por lo que su nivel todavía puede ser mayor. Si a eso le sumamos su madurez y su espíritu de sacrificio, el resultado final es un jugador con muchas cosas que aportar al primer equipo. Y sus ya habituales convocatorias con la selección uruguaya demuestran que no solo Zidane se ha dado cuenta del desparpajo del centrocampista charrúa.
Fede Valverde es uno de esos jugadores que siempre querría tener en mi equipo. Un «box-to-box» con todas las letras, y que además aún está lejos de su techo al tener solo 20 años. Pero probablemente en esa madurez inusual a su edad, radique su principal virtud. Y es que un jugador que con 16 años no sintió la presión de jugar en Peñarol, que con 18 estaba debutando con la absoluta de Uruguay y con 19 se ganó un sitio en la primera plantilla del Real Madrid, tiene que tener algo especial. Y un entrenador ganador e inteligente como Zinedine Zidane parece haberse dado cuenta.
En conclusión, creo que hablaremos mucho de Fede Valverde la temporada que viene. Su progresión es meteórica y ha aprovechado las oportunidades que ha ido teniendo. Incluso me permito la licencia de decir que es mucho mejor futbolista que muchos de los que suenan en los últimos días. Solo le hace falta confianza, minutos y mantener la madurez mostrada hasta ahora. El resto llegará solo, porque le sobra nivel para triunfar en el Real Madrid.