El Rincón de Apple Tree | El tercer hombre
Llegó el momento, bueno falta una semana, pero me apetecía escribir sobre esto. Ya no hay más especulación sobre el asunto. Las cartas se mostrarán y el resultado de la jugada ya no será objeto de faroles, engaños o de suposiciones alimentadas durante meses. El tercer hombre sale a escena. Con Llull descartado (salvo milagro médico de los gurús de Laso), para la serie de playoff de Euroliga, es el momento de que salga a la luz ese tercer hombre en la rotación de base que es Klemen Prepelic.
Lleva debatiendo la prensa y afición madridista sobre la planificación de la temporada y la falta de un tercer jugador en el puesto de base que cubriera las eventuales bajas de Facu y/o Llull. Al inicio de temporada, la respuesta parecía ser Pantzar pero Laso lo ha descartado para grandes (y medianas) misiones. A estas alturas, el llamado a dar minutos de descanso a Facu y a tomar la batuta del equipo es el esloveno de bote dubitativo, tiro kilométrico y piel de un blanco fantasmal.
Como en la película de suspense que todo el mundo recuerda por su banda sonora y esas persecuciones nocturnas por la Viena post WWII pero no tantos por su argumento, Klemen Prepelic hará de Orson Welles en este inicio de desenlace de la temporada madridista. Ha permanecido oculto durante dos tercios de temporada y en el tercer acto, sale de las sombras para dar resolución a la trama.
Y es que le toca al bueno de Klemen dar minutos de descanso a Campazzo ante una serie muy dura contra el Panathinaikos. Ya comprobamos el año pasado de lo que pueden ser capaces los griegos a la hora de endurecer partidos. Músculo y actitud tienen para ello, pues en gran medida es su principal baza para llevarse la serie. Si el año pasado con Xavi Pascual nos pintaron la cara en el “chicken game one” (como yo lo bauticé), este año con Pitino no se van a quedar cortos de energía precisamente. El astuto entrenador (contador de deflections) llevará a la guerra a los suyos con los ojos inyectados en sangre y los brazos prestos a robar o a desviar cualquier intento de pase de los blancos. Y esto lo sufren especialmente los bases.
Laso lo sabe y ha hecho su apuesta por Prepelic como base suplente. Así nos lo hizo saber el día de Zalgiris en el que jugó más de 17 minutos. Y las señales mandadas por el esloveno fueron buenas. Sobre todo, en la segunda, parte donde se alió perfectamente con Tavares y hasta se soltó de cara a canasta. Laso fue consciente de ese buen momento y cuando entró en el campo de nuevo Facu llegando al final del partido, lo hizo por Causeur, apostando por la continuidad de Klemen para acumular minutos de calidad de cara a lo que le venía encima.
Y es que la sombra de Llull en este equipo es muy grande. Aún con un juego inconsistente durante todo el año. El quedarse el Madrid huérfano de su base titular y tener a un Facu arrastrando una crisis de fluidez durante más de un mes, ha aumentado más la presión sobre este puesto. Y así lo entendió Laso cuando este fin de semana hizo jugar al argentino toda la segunda parte al comprobar que volvía a ser el base que dominaba el partido tanto en defensa como en ataque. Le aplicó la misma terapia que a Prepelic contra el Zalgiris: minutos de inspiración para cargarlo de confianza saltándose la rotación establecida. Ya viene ahora una semana extra de descanso para recuperar minutadas. Prefiere a un Facu algo más cansado pero lúcido que a uno fresco con un bloqueo mental, como ha estado últimamente.
Y con estos hombres nos vamos a jugar la participación en la Final Four de Vitoria-Gasteiz: Con un segundo hombre (Facu Campazzo), conocido desde el inicio de la película (temporada) y un tercer hombre (Klemen Prepelic), que ha estado esperando agazapado su momento de salir a escena a demostrar que ha valido la pena pagar la entrada para ver su actuación.