#DesdeLaGrada | You are The Best
Una vez que se han apagado los focos de la gala de entrega de los premios FIFA “The Best” en los que Luka Modric fue distinguido con el premio al mejor jugador de la pasada temporada, creo que es momento para hacer una breve reseña #DesdeLaGrada sobre lo visto, leído y escuchado de lo acontecido en Londres la pasada semana.
Vaya por delante que pese al postureo que existe cada vez que se entregan este tipo de premios, yo me coloco en el lugar en el que lo hace la mayoría de los mortales: considero al fútbol un deporte colectivo en el que los premios individuales deberían de tener escasa o nula trascendencia. Sin embargo, entiendo perfectamente la naturaleza y el sentido de estos galardones. Al igual que en las hazañas bélicas no se recuerda a tal o cual batallón o escuadrón, sino al general o mariscal que conduce al grupo a la victoria, en el fútbol como deporte cuyos protagonistas son en ocasiones considerados más que ídolos como auténticos héroes para niños y no tan niños, se necesita tener esos referentes individuales que perduran y resisten el paso de los años en boca de todos los aficionados.
Frente a las veces en las que se nombra a jugadores acreedores al premio de mejor jugador del mundo en las que podríamos contar más de cincuenta, son mínimas y contadas las veces en las que tal elogio recae en un equipo al completo, cuando en el deporte rey son once los jugadores que saltan al campo para tratar de vencer al rival.
Dicho lo cual, reconozco que es cierto que en otras épocas de la Historia del fútbol ha existido también la controversia de este año en la que el ganador del trofeo no parece ser el justo acreedor al mismo a tenor de las opiniones generadas tras la entrega del premio. Además este año en concreto, los dos jugadores que han venido dominando a lo largo de estos últimos años ni siquiera estaban nominados a hacerse con el galardón, situación que quisieron hacer patente con un feo detalle no asistiendo a la gala para evitar seguramente el sonrojo de ver a otro premiado con algo que debían considerar como suyo. Sin embargo, lo que no es entendible a mi juicio en esta temporada es el pueril victimismo de sus seguidores, aficionados o medios de comunicación, escandalizados ante la circunstancia ¡Oh cielos! de que haya ganado un jugador perteneciente al Club campeón del mundo y que lleva reinando en la competición de clubes más importante del planeta, la Copa de Europa, durante cuatro de las cinco últimas temporadas.
Se ha llegado a decir que es por decreto y gracias al escudo que porta en el pecho por el que ha ganado el trofeo; sí, por ese escudo redondito con la corona. Ése que es impepinable asociar a la orejona. Que quienes votan este premio no tienen ni idea de fútbol, pese a tratarse de profesionales del mismo. En fin, afirmaciones hechas por expertos en la materia, ante las cuales no cabe más que pasar página y seguir camino.
El caso es que el merecido ganador de este año es un jugador menudo, pero un jugador con mayúsculas. Un hombre que viene de un país que ha sufrido en sus carnes los horrores de una guerra terrible y del que podemos disfrutar gracias al fútbol. Ése que lleva en sus botas y que reparte por arrobas cada domingo vestido de blanco. Pese a quien pese, es The BEST. Don Luka Modric.
Texto: José Luis Benito
Foto: La Vanguardia