Opinión | Kroos y Modric, directores de orquesta
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Oportunidad para Kroos y Modric de levantar a un Madrid plagado de bajas. Tras las lesiones de los jóvenes galos, el teutón y el croata buscarán liderar al equipo en el primer encuentro post parón
El Real Madrid vuelve a escena, y con ello, la presencia de la eterna dupla de los que han sido y siguen siendo, los directores de orquesta del equipo: Toni Kroos y Luka Modric. El equipo ha sufrido un duro revés tras el parón internacional en forma de lesiones. Hasta 9 futbolistas blancos están en la enfermería a día de hoy, aunque se espera que Ceballos y Bellingham lleguen a tiempo para el encuentro liguero ante el Cádiz este próximo domingo (18:30 horas, Nuevo Mirandilla).
Ambos arrancaron el curso liguero en el banquillo, lejos de su hábitat natural. Pero Kroos se hizo pronto con un puesto en el once fijo, especialmente en los partidos que requieren más vigor ante la Real Sociedad, Atlético, Girona, Nápoles, Sevilla, Barcelona… El caso de Modric es mucho más significativo, pues fue suplente en el Diego Armando Maradona, en el Clásico, en el Pizjuán… escenarios en los que Kroos sí fue de la partida.
Pero lo cierto es que los dos veteranos mediocampistas se han visto relegados a un segundo plano ante el ‘overbooking’ que presenta la medular. La reciente llegada y espectacular rendimiento de Jude Bellingham, unida a la consolidación de los franceses Tchouaméni y Camavinga, han desplazado a los cinco veces campeones de la Liga de Campeones. Todo ello, sin olvidar el rendimiento de Fede Valverde, inamovible para el experimentado preparador de Reggiolo.
Sin embargo, los recientes problemas físicos de los dos jóvenes galos, unidos al del inglés, posibilitan que dos de los veteranos del vestuario blanco ganen tiempo de juego en un momento clave de la temporada.
Menos protagonismo esta temporada
El tiempo de Modric y Kroos juntos ha sido residual hasta el momento, ya que el de Zadar y el de Greifswald han coincidido solo en diez partidos este curso. A eso se une el nuevo rol que Ancelotti ha conferido a la dupla, mucho más centrado en el control de los partidos en las segundas partes que para arrancarlos. Únicamente han sido titulares una vez, en el derbi del Metropolitano, y el resultado al descanso, 2-1 para el Atlético, provocó que a Ancelotti decidiera a retirar a Modric y dar entrada a Joselu en su lugar.
El resto de sus apariciones conjuntas han sido encarando el final de los duelos, con el equipo más centrado en ordenarse y no encajar que en dañar al rival. Pero las circunstancias ahora otorgan una vida extra a la pareja de veteranos. “Ya no pueden jugar juntos”. Una sonrisa atravesaba la cara de Toni Kroos cuando la temporada pasada escuchaba la afirmación. “Es algo que se dice muchas veces, pero…”.
Sin sonrisa y con gesto más serio, Luka Modric no ocultó la temporada pasada en Anfield, en la rueda de prensa previa al encuentro contra los reds, que esa declaración le fastidia: “Me molesta, porque parece que ahora Toni y yo no podemos jugar juntos”, dijo el croata.
La dupla formada por Kroos y Modric es patrimonio de la historia del Real Madrid y del fútbol universal. En sus botas aún quedan pasos de baile por dibujar sobre el escenario. El alemán es la opción más natural que dispone Ancelotti para el pivote ante el Cádiz -ante las bajas del ’18’ y del ’12’ galo- y el croata, su mejor acompañante. Valverde podría hacer peligrar la dupla, pero un cambio de posición haría que el Madrid perdiese recorrido, presión en campo contrario y el blindaje de la banda derecha. A Kroos y Modric aún les queda un último baile, y el domingo, en territorio gaditano, empezará el enésimo ‘show’ de los directores de orquesta del Real Madrid.