Crónica Real | El Madrid tira de épica y estará en cuartos de final de la Copa (2-3)
El Real Madrid remonta al Villarreal y se mete en cuartos de Copa. Tras una primera parte para el olvido, los de Ancelotti tiraron de orgullo en la segunda. Ceballos, determinante en el triunfo.
Villarreal y Real Madrid cerraban en el Estadio de la Cerámica la ronda de octavos de final de la Copa del Rey con un partidazo que casi sirve de replay, porque estos dos mismos equipos se midieron hace diez días en Liga, con victoria del equipo de Quique Setién por 2-1. El Madrid quería venganza y lamerse las heridas de la derrota en la final de la Supercopa de España ante el Barcelona, dos derrotas que llenaron de dudas a una parte de los aficionados en el entorno madridista.
Sin los lesionados Tchouaméni, Carvajal, Alaba y Lucas Vázquez, y sin Modric que es al único al que da descanso por decisión técnica Carlo Ancelotti, el técnico italiano dispuso de un once sin demasiadas pruebas, más allá de las dudas en el lateral derecho al que optaron Nacho, Odriozola e incluso Vinicius Tobías, lateral del filial y al que consideran de futuro en el conjunto blanco. Finalmente, fue el canterano quien salió como titular en el costado diestro.
El Villarreal, que ya ganó al Madrid en este mismo estadio, sabía lo que tenía que hacer para eliminar a los blancos y plantarse en cuartos de final de la Copa del Rey, una ronda que ya te deja a dos pasos de acceder a la pelea por el título.
Antes del primer minuto, la pelota ya había visitado las dos áreas. Ese es el tremendismo de la Copa, la competición donde no hay mañana. Y en este punto se han acabado los descansos y los suplentes. Ancelotti puso lo mejor de lo que le queda, que es poco descontando lesionados y descatalogados. Fue un once escrito con la mano izquierda, para no molestar. Y el Villarreal cambió, respecto al duelo de hace dos semanas y portero al margen, un titular. Esta vez jugó Capoue por Coquelin y a los tres minutos ya le había hecho un gol al Madrid, que continuaba en Riad. La jugada tiene poco que contar: Foyth sacó de banda, Gerard Moreno convirtió en estatua de sal a Rüdiger en dos toques y Capoue aprovechó el pase para marcar con muy poco ángulo.
Un ataque largo, ya en el 42′, desembocó en Gerard, con dos rivales cerrando el camino. El catalán se echó atrás, esperó al desmarque de Chukwueze y le picó un pase de oro para el 2-0, al filo del descanso. El roto pudo ser mayor de no intervenir Courtois. Ni se podía intuir lo que ocurriría después.
En una combinación eléctrica (la primera) entre Camavinga, Benzema, Ceballos y Vinicius, este recortó distancias. 1-2 (57′).Para entonces se había marchado tocado Foyth. Entró Mandi y Vinicius sintió que le habían quitado las esposas. Para entonces el Madrid había apretado más y más arriba en la presión sin exageraciones. Sus piernas no dan para repetir las emboscadas.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 19, 2023
También el Villarreal era otro, con menos latido y menos pretensiones. Dio muerto al Madrid, que solo andaba dormido, muy dormido, pero que siempre encuentra quien le despierte. Esta vez fue Ceballos, suplente inexplicable viendo quienes le rodean. A Ancelotti le cuesta alterar el orden de las cosas. El sevillano también urdió el segundo gol blanco. Mandó un centro al segundo palo que cabeceó Benzema, rechazó Jorgensen y remató Militao, al que las emergencias llevan de un área a otra. 2-2 (70′)
Todos mejoraron, parecían otros. También Vinicius, que robó en el centro del campo y tiró la diagonal. Forzado, filtró para Asensio, que controló en línea de fondo, levantó la cabeza y sirvió un regalo atrás que Ceballos colocó con clase junto al palo. El sevillano encontró al fin la noche de gloria que llevaba buscando años. 2-3 (86′). De los malos momentos se sale gracias a los jugadores que están mejor.
Foto: Real Madrid