Todo Nervio Y Corazón | Contradicciones
Un mundial se traduce en esperanzas, alegría, ilusión, porras, reuniones con amigos y conversaciones en principio alejadas de política y temas de índole más serias… Pero, ¡ay, Qatar! ¿Qué han hecho Gerardo, Infantino, Tebas, Rubiales y todos los correspondientes séquitos organizando un mundial en estas fechas y en esa ubicación…? La respuesta es fácil, pero como en los tiempos de la polca, en los actuales también se quema a los disidentes que no siguen la corriente —aunque sea de otra manera—, o sea, ¡¡¡A MÍ!!! (Y muy orgullosa, ¡oye!).
Desde que comenzó, para mí esta farsa tanto de selección como de mundial, hubo declaraciones, tuits de organizaciones oficiales, incluso del propio CM del mundial que dejaban bien claro sus objetivos, lo más cercano a nosotros es el yerno del seleccionador de lo que poco se habla en la prensa, en especial si lo comparamos con la murga que dieron con el hijo de Carletto… Y así, acercándonos más a nuestro escudo, las declaraciones más flagrantes son las que tienen que ver con Vini. ¡Ay, qué felicidad verle bailar y sonreír como sonríe en el campo! Sus desbordes, asistencias…, que en estas ocasiones sí son reconocidas por nuestra prensa patria. NO hay críticas a sus bailes, NO hay provocación… Pero hay cosas que nunca cambiarán, como el doble rasero; el de Laporta, el del señor presidente del gobierno, el de los periodistas culés y los de avinagrados madridistas…
Para mí, y no me escondo ni lo haré, es el mundial de las contradicciones. Contradicciones que se reflejan en los ojos que ponen en blanco quienes creen conocerme y están muy alejados de ello. Antes del partido contra Marruecos, en una de mis múltiples terapias médicas, la persona italiana que la realizaba no entendía cómo no podía ir con España, con mi país… ¿¡Para qué explicar todas las sensaciones contradictorias que ha supuesto nuestra participación en esta competición!? Bah… es tontería.
Me juzgaron cuando apoyé a Karim en sus inicios, cuando renegué de Iker…, porque como de fútbol y de medicina todo el mundo opina, tienes que dejar que te rebatan, ¡pero ay si se te ocurre replicar a ti! Ideologías, clubes, organizadores y países todo tiene que seguir la corriente que impera, pero con Modric no. No con él. Con Modric me hincho como un pavo al gritar a bombo y platillo que quiero que llegue hasta donde su equipo le deje —aunque su entrenador le cambiara contra Japón cuando menos falta hacía, ¿no podría haberle dejado de palomero? Hasta manco y cojo podría haber ayudado…—.
Siguiendo con lo que importa, llegarán las rebajas del tío Paco como decía mi abuela, y lo que queda de competición liguera y europea estarán empañadas hasta su finalización.
Dios quiera que me equivoque.
Las ayudas seguirán presentes y nadie alzará la voz, a no ser que sea contra nuestro equipo.
Dios quiera que me equivoque.
¿Me equivocaré? Espero entusiasta vuestras respuestas.
Al término de este post aún no se han enfrentado Modric y Vini, ojalá ambos disfruten y lo hagamos los aficionados también. Nuestros madridistas por el mundo, que de verdad parecen sentir nuestro escudo se merecen jugar al fútbol sin críticas medidas por intereses alejados del deporte.
Texto: @angiemg82
Foto: Dan Mullan/Getty Images