Opinión | Gracias por todo Sergio, pero adiós
Vaya por delante que no escribo este artículo como uno de los típicos madridistas que, desde hace muchos años, no quieren a Sergio Ramos; todo lo contrario. Siempre he sido un firme defensor del sevillano, y hasta hace unos meses veía su posible no-renovación como una malísima noticia para el club. Pero, cosas del fútbol y del Madrid, las tornas han cambiado, y hoy escribo para darle las gracias al capitán por todo lo que ha logrado con el club más grande de la historia, pero al mismo tiempo le emplazo a marcharse, por su propio bien, por el del club y como consecuencia a un comportamiento que no se puede permitir.
Y es que su titularidad en Londres ante el Chelsea es la gota que colma el vaso de la paciencia de gran parte del madridismo. Nadie puede dudar del compromiso de Ramos durante estos años, eso seguro. Pero sería absurdo negar que de un tiempo a esta parte ha sacrificado demasiadas veces al club para batir ciertos récords con la selección o prepararse para otro torneo, como ha sido el caso de la próxima Eurocopa. Y el aficionado no es tonto, ya que sabe que esta temporada Sergio se ha perdido más de la mitad de la temporada, pero curiosamente sí estuvo disponible para el duelo ante el Chelsea…para volver a la lista de bajas tras este partido. Y ahora, casualidades de la vida, vuelve a estar disponible para el último partido de la temporada, previo a la Eurocopa. No cuela, Sergio.
Puede que ni Ramos ni sus famosos palmeros contaran con la aparición estelar de Nacho y Militao, desplazados incomprensiblemente de sus puestos naturales ante el Chelsea, cuando venían de sostener defensivamente a un equipo maltratado por las lesiones. No se trata de comparar palmarés o carreras profesionales; ahí Ramos puede con todos. Tampoco de condiciones, ya que Sergio, aún con su edad y todo lo expuesto, sigue en la élite de centrales de Europa. Pero hay una realidad, y esa es que mientras Ramos ha desaparecido en combate en el momento clave, habiendo podido evitar determinadas situaciones, Militao y Nacho estuvieron dando la cara. Y todo eso coincidió con el mejor Madrid de la temporada.
Pero hay un factor más: el ruido. ¿Cuántos meses estuvimos siendo masacrados con filtraciones del entorno del jugador mientras el equipo se jugaba la temporada? Y lo más importante, ¿Cuántas veces más lo hemos tenido que sufrir? Porque esto no es nada nuevo; ya en 2015 ocurrió lo mismo como paso previo a su infernal renovación, con la diferencia de que entonces Ramos era imprescindible. Ahora, mal que le pese, el equipo ha sido capaz de sobrevivir sin él, a lo que hay que sumar la llegada de Alaba y la explosión de Militao. Pero el hastío de gran parte de la afición no viene de esto, no nos confundamos, sino de todo el ruido mediático en torno a la figura del capitán, provocado en muchos casos por él mismo. ¿Alguien duda de que sin dichas filtraciones y constantes presiones, aún habría una opinión favorable a su renovación? Un servidor es de los que se hartó precisamente por ese ruido, y no solo por criterios deportivos.
La conclusión de todo esto es que ha llegado el momento de la salida de Sergio, aunque pueda doler e incluso condicionar la próxima temporada. Porque pese a todo, la importancia del central sigue siendo grande, y no hace demasiado su ausencia en el campo era vista como un drama insuperable para el equipo. Pero eso ha cambiado, y a su edad, con las lesiones de esta temporada, y la sensación de que no va a cambiar su postura (siguen los palmeros a tope, tiene intención de jugar Eurocopa y JJOO, se filtran ofertas de otros clubes…) lo razonable es poner punto y final a una trayectoria sensacional, casi insuperable por otro central en la historia del fútbol, pero que debe llegar a su fin.
Ramos merece una despedida con honores, eso por supuesto. Pero hay que mirar al futuro. La jugada planeada desde hace meses se ha vuelto en su contra, y ahora el club tiene la sartén por el mango. Y debe aprovechar eso para planificar con cabeza lo que viene. Militao empieza a mostrarse como central para una década, Alaba es un fichaje de nivel, Pablo Ramón aprieta desde el filial y Nacho está al mejor nivel de su carrera. Lo que parecía traumático ya no lo es tanto, y parece posible la vida sin Sergio Ramos. Aunque lo fundamental no es que la vida sea posible sin Sergio, sino que sobre todo será más tranquila para club, afición y compañeros a corto plazo. Se acabó ese ruido, se acabó el constante problema de renovar por más o menos años, y se puede empezar a acometer la necesaria renovación de ciertas líneas del equipo.
En conclusión, ha llegado la hora de decir adiós, Sergio. Muchas gracias por todo, que no ha sido poco; la leyenda del de Camas perdurará con el tiempo y será imborrable. Pero el final llega para todos. Quizás con la actitud de un tal Luka Modric todo sería distinto, pero no todos los futbolistas son iguales, por suerte y por desgracia. Si el club decide renovarle no será una desgracia, pero si la lógica impera, ha llegado el día de despedirse de una parte muy importante de la historia del Real Madrid, pero se tratará de una despedida necesaria.
Foto: Adam Davy / Imago