#OpiniónReal | Relato de un equipo: el Real Madrid Baloncesto

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Real Madrid: Campeones de la Euroliga 2018. Sin desmerecer a los demás títulos que descansan en las vitrinas del Club, el que se acaba de conseguir en Belgrado merece un reconocimiento singular. Puede que sea el título más inesperado de todos y, en consecuencia, el más meritorio.

Ante el calvario de las lesiones resultaba imposible presagiar una temporada de excesivo lustre. Llull, Ayón, Kuzmic y Randolph han sido cuatro de las ausencias en meses relevantes. En el caso de Llull, prevista, pero las otras tres desprotegían la pintura; a lo que hay que añadir las molestias que han azotado a Rudy. Por otro lado, en el mes de octubre Thompkins tuvo que viajar a Estados Unidos para resolver un problema familiar. Más tarde Campazzo no pudo concurrir al cruce ante el Panathinaikos para finalmente llegar justo de preparación a esta fase final.

Sí, el Real Madrid dispone de una plantilla larga, pero no es suficiente para paliar tanta desgracia. Una vez más, la sección se encomendó al Club. Y Florentino Pérez respondió. Realizó un esfuerzo adicional en lo económico. Cuadró todas las cuentas para que Tavares pudiera vestir de blanco. El Presidente apuesta por la sección y no duda en satisfacer cualquier petición de los que comandan el Madrid de baloncesto.

Volviendo a Tavares, su llegada generó descrédito. No en todos. Fernando Romay -quien ya se había aventurado a bendecir el fichaje de Nocioni en su día- fue concluyente: “Tavares nos hará campeones”. Sonaba presuntuoso entonces. El equipo, entre algodones, se descolgaba pronto de la disputa por el liderato en la Euroliga. Tampoco se pudo ganar la Copa del Rey.

Laso seguía realizando su trabajo sin lamentaciones. Hoy Thompkins ha revelado en RMTV que el vitoriano es un entrenador comprensivo y humano. Le permitió viajar a USA y lo esperó. Confiaba en el medio plazo, y en que Thompkins pudiera estar centrado. Otros entrenadores como Dusko Ivanovic impedían a sus jugadores cualquier viaje. ¡Qué se lo pregunten a Pat Burke que le solicitó asistir a la boda de su hermana en agosto e Ivanovic se negó en rotundo!

Laso tiene otro estilo. Por eso los jugadores le aprecian y permanecen el Club. Juan Carlos Sánchez define este equipo como “una gran familia”. Reina el compañerismo. La armonía. Laso rota a la plantilla sin importarle los galones y la experiencia, y nadie muestra una mala cara. Los gestos de Ayón, Llull y Randolph en el banquillo ayer eran totalmente elocuentes. Animando a sus compañeros pese a no jugar los minutos de la verdad.

Ante los turcos Laso ha concedido protagonismo a Caseur, Thompkins y Tavares. Han sido los baluartes para romper el partido y para asegurar la victoria. Todo el equipo ha funcionado. Todos han defendido con la intensidad y el espíritu que contagia Rudy, pero Caseur, Thompkins y Tavares han sido los actores secundarios que han dado un paso al frente para imponerse al Fenerbahce.

La defensa y las canastas valientes de Caseur en el tercer cuarto. Los rebotes, los dos tiros libres en un momento sensible y el poderío en la zona ante Vesely de Tavares. El acierto, la paciencia en el juego y el palmeo que aseguraba el triunfo de Thompkins. Entre los tres han encarnado el carácter y la garra de Nocioni en la final de la Euroliga en el 2015.

Un Presidente que respalda el proyecto. Directivos que apuestan por la continuidad. Un entrenador humano, sabio y que utiliza a todos sus jugadores. Un vestuario sano en el que impera el colectivo. Una afición que se siente orgullosa de una sección que representa de forma fiel la identidad del Real Madrid: cuanto mayor es la adversidad más se ha de luchar.

¡Enhorabuena al Real Madrid! ¡Este título debe celebrarse por tres! Romay tenía razón.

Texto: @DBenavidesMReal

Foto: Realmadrid.com

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