Vinicius no entiende de amistosos

7 agosto 2024 - 10:46
Vinicius no entiende de amistosos.

PETER ZAY / AFP via Getty Images

El brasileño fue de los jugadores más destacados en el último encuentro de los blancos en la pretemporada por Estados Unidos. Vinicius compite como un ‘animal’, en cualquier escenario y frente a cualquier rival. Dio una asistencia y jugó unos 65 minutos contra el Chelsea

El encuentro de Vinicius Junior ante el Chelsea es la mejor prueba de que el brasileño juega, compite y se prepara de igual forma para un amistoso de pretemporada que para una final de Champions. Sus piernas, su juego, su fútbol, su mentalidad están en otro nivel. En uno superior al del resto. Disputó 65 minutos el brasileño, dejando infinidad de detalles técnicos de estrella. Vini, que se incorporó a la gira en el segundo encuentro ante el Barcelona, fue de los mejores en el Clásico, y ante el Chelsea, en su primera titularidad, más de lo mismo.

Vinicius ha vuelto mejor que nunca, imparable, igual de vertiginoso y eléctrico que siempre, y con esa pizca de pillería de los delanteros cuando huelen la sangre en el área. Siempre acechando el área de la forma idónea, también se vistió de mago para asistir a Brahim Díaz en el segundo gol del Real Madrid frente al conjunto de Maresca. El ‘7’ le metió un pase filtrado de exterior, desde tres cuartos de campo, para que Brahim definiera a la perfección, tras recortar al portero, y anotase el tanto.

El gran favorito al Balón de Oro, que se entregará el próximo 28 de octubre, no se esconde ni siquiera en un partido amistoso de pretemporada en tierras americanas. Siempre encarando, pidiendo el balón, abarcando todo el frente de ataque y disfrutando de lo que más le gusta; el fútbol. Vinicius disputó 65 minutos sobre el verde del Bank of America Stadium, y dejó las siguientes estadísticas: 2 tiros, 3 pases clave, 2 dribbles completados, 33 pases, 3 duelos ganados y 1 asistencia.

Cubriendo al Real Madrid en MadridistaReal. Valdebebas y el Bernabéu, mis dos 'casas' favoritas de Madrid. Disfrutando y aprendiendo de la profesión más bonita y vocacional que existe.

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