Vinicius Jr | Desparpajo, velocidad y osadía merengue
Nacido con el milenio, el 12 de julio del 2000, el extremo brasilero sabía, desde la primera vez que rozó el césped del rectángulo de juego, que estaba destinado a ser un jugador clave a donde quiera que fuese. Así fue en el Flamengo, lo que llevó al Madrid a poner sus ojos en él y a pagar más de 40 millones de euros; y así fue y es en la Brasil Sub-20, que juega ante Colombia en esta Fecha FIFA.
Inexperto, pueril, osado, imberbe, veloz, con la samba en la sangre… Y muy talentoso. Muy talentoso. A sus cortos 18 años, ‘Vini’ sabe lo que es jugar fases finales de la Copa Libertadores, por decir lo mínimo. Ya conoce lo que es jugar y marcar (a pesar de que muchos digan que ha sido un gol en propia puerta) en el Santiago Bernabéu. Asimismo, ya sabe lo que es asistir tanto en Copa del Rey, como en Liga de Campeones, esta última seguida de una grandiosa definición de Toni Kroos.
Ahora mismo, evaluando de forma general la situación del Real Madrid, no pareciera haber un jugador que llene más de esperanza a la afición que Vinicius. Ante el Valladolid destrabó un encuentro complicado por demás; ante el Melilla, salvando las distancias, tuvo una actuación importante; y ya en Champions la historia la vivimos en la República Checa.
La presión pareciera ser una simple palabra más en el diccionario de este extremo brasilero. En el banquillo, sin presión alguna, no se le ve feliz; la historia cambia, así como su sonriente rostro, cuando pisa el campo. Y es que hoy por hoy, la sonrisa y el buen juego de Vinicius, junto con la llegada de Solari en el banco, es lo que ha reanimado a un madridismo que practicaba el escepticismo más puro. Y también han silenciado a más de uno que quería seguir viendo al campeón de Europa hecho cenizas en cada campo que pisaba.
El Madrid ha fichado una gacela, podría decirse, de piel morena y pecho blanco. Pero no solo su pecho, también su blanca alma. No cualquiera anota su primer gol en el Bernabéu y besa el escudo con la serenidad, el cariño y la delicadeza con la que lo ha hecho él. Es un Ferrari dentro de un taller y está pidiendo salir un poco más a la pista, deseo que Solari, parece, complacerá.
Con tan solo 18 años, el categoría sub-20 ha dado el salto de América a Europa y lo ha hecho de un grande a otro. Él sabe qué es lo que el madridismo espera de él. Él sabe que es capaz de lograrlo. Pero aún más importante, él sabe y tiene la plena certeza de lo grande que puede llegar a ser. Por eso, para llegar a ser el mejor, primero debes mentalizarte y creer que puedes llegar a serlo. Vinicius está en ese proceso.
Texto: Simón Antonio do Couto
Foto: GOAL