Valverde y su obús que hizo estallar al Bernabéu
PIERRE-PHILIPPE MARCOU/AFP via Getty Images
Antes del chut de falta que terminó significando el 1-0, Carlo Ancelotti pidió al uruguayo que buscara la portería
El Real Madrid, que culminó la tarde esbozando una sonrisa (3-0), pasó por unas cuantas turbulencias en su debut liguero sobre el césped del Santiago Bernabéu. A pesar de doblegar a un Real Valladolid que se colocó la coraza y sumó minutos muy convincentes, la afición blanca llegó hasta el punto de abuchear a los suyos al término de la primera mitad. Pero, todo lo desatascó Fede Valverde.
El centrocampista uruguayo, en el 50′ de partido, logró batir el muro pucelano mediante un obús a balón parado. La falta, señalada a escasos metros del área foránea, era caviar para el ‘Halcón’. Y bien lo sabía Carlo Ancelotti… que, antes del chut, pidió a su pupilo que buscara directamente la portería defendida por Karl Hein. Cuando el profesor habla, el alumno escucha y ejecuta.
Dicho y hecho. Fede, que atesora un excelso golpeo de pelota, disparó y tuvo la pizca de suerte necesaria para convertir, puesto que un jugador blanquivioleta tocó ligeramente el balón. A esa velocidad supersónica, cualquier desvío suele acabar en calamidad. Este, no fue una excepción.
Así las cosas, después de anotar, Valverde se marchó al córner a celebrar, airadamente, esa diana que tanto se estaba demorando en el encuentro. Y es que, al Real Madrid le costó sangre, sudor y lágrimas encontrar el código de la caja fuerte visitante.
Festejado el primero de tarde, el autor del mismo se enfundó en un ostentoso abrazo con el hombre que le había dado la orden. «Te lo he dicho, te lo he dicho», le dijo el entrenador italiano -ya más liberado por el desempate- a Fede Valverde. A partir de ahí, el Madrid se despojó de los nervios y abrió la brecha aún más mediante Brahim y Endrick, goleador en su estreno con el cuadro blanco en partido oficial.
