#TodoNervioYCorazon | Así… ¿Cómo?
¡¿Qué!?… ¿¡Que empezaba a las 16.15!?… Parecía que no, que la siesta no solo sentaba mal físicamente, sino que si le sumábamos el cambio horario (y mi cumpleaños que también les influye a los jugadores), nada parecía pintar bien…
Comenzó el segundo tiempo en el Campo Nuevo (el primero solo fue real en el marcador), y Marcelo quiso despertar a los suyos(nuestros). A ellos y a todos nosotros que parecíamos dormitar evitando los posibles ataques de ansiedad que aceleraran los nervios, las miradas asesinas en el Bar y el fuego en nuestras venas, no paraban de sucederse.
Era (y es) un Barça más débil de lo que se recordaba en los últimos años, en los que las UCL colmaban todas nuestras esperanzas. Pero… ¿y ahora qué?
Frente al televisor y bajo la manta, el resultado del partido del RM mientras jugaba el Espanyol le convertía en campeón de Liga. Hablaba con el marido de una compañera de trabajo que me había alojado en su casa de Irún, hasta que llegara mi traslado a Madrid. Yo lloraba en silencio —o no tanto— cuando él me dijo que no sería la última y seguro podría celebrar muchas más. Mis ojos solo habían visto alguna que otra Liga y tres Copas de Europa. Reflexioné y pensé que ojalá no se equivocara. Volví, y pude ir a la Cibeles, a una quedada tuitera y conocer gente relacionada con mi afición por el equipo. Antes de mis problemas de salud, comenzó en abierto rmtv y tuve la suerte de poder encontrarme con @DbenavidesMReal en el mundo 2.0 hasta que se convirtió en el cara a cara de toda la vida.
¿Qué cambió de manera radical? ¿Mi enfermedad? Sí; la manera de saber disfrutar de un deporte que llenó mi vida, incluso a nivel laboral durante un tiempo y que en ese momento me podía provocar radicalmente lo contrario al dejarme llevar por la corriente. Pseudos, antis, piperos, da igual.
Los resultados son los que son; la forma, la que es; no quiero ni lo voy a hacer. Al igual que yo soy como soy, la Historia blanca no se va a cambiar de la manera que algunos quieren hacerlo.
¿Autocrítica? Casemiro ya la hizo por muchos. Algunos piensan que él no estará dispuesto a correr lo que no corren los demás… Pues no lo sé, ni lo sabremos. Si se critica el fútbol-ficción, no haré yo lo mismo. Todos tienen soluciones, todos han entrenado o estado en algún equipo de mayor o menor nivel, todos, todos y todos a los que da cabida el equipo blanco tienen soluciones que nunca parece encontrar el entrenador, sea su nombre el que sea. Hasta que encontré un tuit de @7Sempiterno7 con la respuesta que al final ha conseguido el pleno al quince, sin buscar reconocimiento alguno ni pronunciar el tan manido “yo lo dije primero”.
Pero yo me pregunto, ¿todos esos a los que se les llena la boca con bilis a sabor de corriente, celebrarán si se da algún título esta temporada? ¿Esa falsa moral tan culé ya se ha implantado sin ni siquiera verla ni darse cuenta muchos?
No conmigo, no bajo mi nombre, no así al menos. Que nos preguntamos cómo, pues por desgracia pocos de los que leen podrán saberlo.
P.D: Desde aquí, toda la suerte del mundo para Solari.
Texto: A. M. MOLINA