Todo Nervio Y Corazón | Récord mundial
OSCAR DEL POZO / AFP via Getty Images
¿Prepotencia? ¿Chulería? Eso seguro que lo piensan otros (y lo dice entre risas nuestro míster), tras llegar poco antes del último partido contra el Girona F.C con los cuatro centrales lesionados. En una situación donde otros llorarían y echarían la culpa a terceros que nada tendrían que ver con lo que ocurre, Carlo —el eterno criticado— manejó la situación con gran inteligencia, para mí, como así se vio más tarde durante el encuentro. ¿Suerte? No lo creo, aunque siempre haya que tenerla en casi todos los partidos.
Tras uno de los derbis que tantos y tantos comentarios trajeron, por encontrarnos tantas y tantas veces, nos volvimos a enfrentar con otro equipo madrileño, el Getafe, donde un manotazo más que claro y visible, recayó sobre Vinicius. Se podrá criticar más o menos, decir si era suficiente o no, pero casualidades de la vida, el jugador brasileño apenas estuvo acertado el resto del partido, no como sí lo estuvieron Aurelian, Joselu, Mendy y Modric. ¡Ah, por cierto!, es diferente llorar, a reclamar que cada uno haga su trabajo, como de nuevo no lo hizo el árbitro, que parecía más un invitado getafense que la persona imparcial sobre el terreno de juego que siempre debería ser. Sí, escucho la mayoría de vuestras carcajadas. El caso es que fuimos un rodillo con un gran guardameta bajo palos que tras una excelsa parada, volvió a mantener la portería a cero, pero la dicha no podía ser completa, y en mi caso, que no espero que sea el vuestro, tenía en la cabeza el siguiente partido que sería, de nuevo, contra el Atlético de Madrid. ¡¡Qué suerte la nuestra tener unos vecinos tan respetuosos!! Vecinos, que comenzaron a calentar el partido opinando acerca de la necesidad de jugar con la cubierta desplegada. ¿Vosotros vais a casa de alguien, sea amigo o no, y criticáis cómo podréis encontrarla antes de llegar? Mi educación al menos, ni lo pensaría… Un partido relajado, fácil y tranquilo, hizo —y aún no sé el porqué—, que el equipo se echara atrás y en el maravilloso minuto 93, nos empataran sin merecerlo en absoluto.
Tras una semana escuchando, aunque no se quiera, las grandezas y maravillas del Girona.F.C, parecía que el enfrentamiento del sábado (a una maravillosa hora, por cierto) iba a ser una final de Champions. Se perdiera o se ganara, el equipo catalán no podía estar desplegando un juego mejor y el Real Madrid lo iba a tener difícil para no ser superado por ellos. Tras esta prensa mediática tan abrumadora, uno de nuestros centrales naturales, se lesionó y comenzaba el Record Mundial de mover fichas para alinear a un equipo que pudiera hacer frente y con garantías al partido que se tenía por delante en nuestra propia casa.
Tras la presión impuesta por la prensa, el maravilloso, extraordinario y soberbio disparo de Vini dejó con la boca abierta a propios y extraños junto con que Vini tenía ganas. Muchas ganas. Apenas le bastaron seis minutos para imponer sus botas en el terreno de juego. ¿El resto? Más goles, asistencias, algunas con el exterior y no en las botas de Modric… Se consiguió echarles atrás y que no se acercaran a nuestra portería.
Seré yo, mi intenso madridismo, mis circunstancias, mis lo que queráis, pero nuestro partido aún fallando un penalti, aún sin centrales, fue admirable. La nota negativa, que siempre tiene que haber, Jude se marchó lesionado: esquince. Vamos lo que se decía antes (en la época de Mariacastaña) como torcedura. Hace escasos minutos se ha hecho público el parte médico, escueto como siempre, en el que confirman el «esguince de alto grado» del tobillo.
Antes de marcharme, no se me puede olvidar cómo los partidos retransmitidos por DAZN, gusten más o menos sus comentarios, que ahí no me voy a meter, tienen un sonido ambiente que ya lo querría el audio del canal de nuestro propio club.
Sea como sea, el Hala Madrid contra todo y contra todos, también es contra nuestro propio club si las críticas son constructivas.
Texto: @angiemg82