Aitor Alcalde/Getty Images
El Real Madrid camina por la cornisa de la Champions, y son pocos los jugadores que dan motivos para creer en el milagro. Tras caer 0-3 ante el Arsenal, pocas conclusiones positivas se pueden sacar del nivel de juego y capacidad competitiva en su torneo fetiche, pero actuaciones como las de Thibaut Courtois en Londres son las que merecen un reconocimiento especial.
Con una defensa que no da con la tecla para tapar agujeros que constantemente abren los rivales, la vuelta del belga se convirtió en la mejor arma del Real Madrid, donde se le vio sacar balones imposibles a Bukayo Saka y Thomas Partey que desesperaban a un Mikel Arteta que se ponía las manos en la cabeza cada vez que veía al belga haciendo de ángel de la guarda de Ancelotti.
Cierto es que poco pudo hacer en los goles de falta de Declan Rice (incluso en uno se atribuyó la culpa por no poner un hombre más en la barrera) y la exquisita colocación de Mikel Merino pero, si no fuera por las otras tres paradas inconmensurables de Thibaut, el Real Madrid estaría aún más fuera: «El rival ha planteado bien el partido. En la primera parte salimos bien de su presión y tuvimos la posesión, pero lo que quisimos hacer en la segunda mitad no salió. Es ahí donde tenemos que mejorar y aprender», confesó en rueda de prensa después del partido.
En el Real Madrid se han acostumbrado a ver cómo el belga salva los partidos, especialmente en las noches de Champions. Según «>los datos de OptaJose, Thibaut Courtois ha parado 21 de los últimos 26 remates a portería, números solo al alcance de alguien de su categoría.
Incluso si nos centramos en la presente edición de Liga de Campeones, actualmente es el guardameta con más paradas del torneo con 48 en once partidos y una media de 4,36 por encuentro. Un exceso de protagonismo que está atascando al Real Madrid para ser dominador de los partidos y de lo que necesita solución en menos de una semana si quiere tener una posibilidad de levantar otra eliminatoria europea.