#TerrenoMadridista | Karim Benzema, te pido perdón
Debo confesar que fui uno de los mayores críticos de Benzema en esta temporada, su poca efectividad goleadora me hizo perder la paciencia más de una vez con el delantero francés. Además, hasta el mes de abril no pudo encontrar la finura y elegancia que caracteriza su juego. Ser suplente contra la Juventus en los cuartos de final de la Champions le abrió la cabeza, hizo expulsar su rebeldía, su arte.
En fase de grupos, octavos y cuartos el salvador fue Cristiano, pero contra el Bayern, en semifinales, en la eliminatoria más difícil y sufrida del Real Madrid en esta temporada, el que se cargó el equipo al hombro fue Karim, especialmente en el partido de vuelta, convirtiendo dos goles. El primero de ellos, de cabeza y el segundo gracias a un error del portero del Bayern, combinada con la picardía del francés. Esa noche el Bernabéu cambió los pitos e insultos de toda la temporada por aplausos y le brindó a Benzema una ovación más que merecida y que el propio Karim necesitaba como agua en el desierto.
Las semifinales fueron espectaculares y ahora tocaba Kiev, la verdadera cita, la gran final. El Madrid se jugaba la temporada, el doblete del Barca obligaba al equipo, en su momento dirigido por Zidane, a levantar sí o sí la “orejona” por tercera vez consecutiva. Los periodistas, los aficionados y las encuestas daban como favorito al Real Madrid por sobre el Liverpool. Esto se debía a la experiencia del Madrid, la calidad de sus jugadores y la mística que posee en la Champions. En cambio, el Liverpool todo lo contrario, jugadores sin experiencias en finales, un plantel muy joven y un director técnico como Klopp que había dirigido seis finales en su vida y solo había ganado una.
En la previa todas las miradas posaban sobre Cristiano Ronaldo, delantero estrella e ídolo madridista y Mohamed Salah, figura del Liverpool y uno de los mejores jugadores de la temporada. Benzema salía del foco de las cámaras, incluso su titularidad estuvo en juego, muchos ya colocaban a Gareth Bale como acompañante de CR7 en la final, debido a su gran rendimiento en los últimos partidos de Liga. Pero Zidane no dudó en ningún momento y optó por lo seguro, Karim y Cristiano, dos amigos que se entienden como pocos lo hacen en el terreno de juego y se complementan de maravilla.
Llegó el día del partido y Benzema sabía que podía ser su noche, se quería sacar la espina de nunca convertir un gol en finales de Champions. Los primeros minutos fueron de asedio total del Liverpool y el Madrid no encontraba posicionamiento en la cancha y tampoco podía circular el balón. Rápidamente todo volvió a la normalidad y Modric y Kroos comenzaron a manejar los tiempos del partido y allí Karim desplegó toda su magia y talento. El francés dio más de un 90% de pases correctos, retrocedió hasta el mediocampo más de una vez para pedir el balón, buscó a CR7 constantemente y maquilló el pésimo primer tiempo de Isco, siendo el propio Benzema quien armase las jugadas en ataque.
Desde el arranque del segundo tiempo el Madrid salió a arrollar y la lesión de Salah, en el primer tiempo, debilitó anímicamente al equipo inglés. A los 5 minutos del complemento, el portero Karius quiere salir jugando rápido con uno de los centrales y Karim, que estaba prácticamente al lado, estira su pierna, la pelota rebota y entra muy lentamente en la portería del Liverpool, para que el Madrid se adelante en el marcador. Otra vez la picardía del francés dio resultados y así convertiría su primer gol en una final de Champions.
Luego del empate de Mane, minutos después del primer gol del Madrid, el Liverpool se quedó y no continuó atacando, allí es donde Zidane saca a Isco y pone en cancha a Bale, la BBC había vuelto. Benzema siguió realizando un excelente partido, luchando contra los centrales y asociándose con Marcelo por el lateral izquierdo, haciendo desbordes y en busca de su segundo gol. Luego Bale, a los 63 minutos apareció con una chilena de otro mundo para marcar el 2 a 1 a favor de los merengues. El conjunto de Klopp estaba anestesiado y el Madrid jugaba pelotas largas y salía de contra. A los 84, después de un pase largo, Bale con un tiro de media distancia y otro error de Karius sellaría el 3 a 1 definitivo que coronaria al Real Madrid como campeón y devolvería a Benzema al Olimpo Madridista, de donde nunca tendría que haber salido.
Me despido con un “pardon le Messier Benzema” y Hala Madrid!
Texto: @SebaGenova
Foto: Libertad Digital