Tchouaméni, intocable
Alex Grimm/Getty Images
El francés no rebaja su asombroso nivel y se convierte en uno de los favoritos de Xabi Alonso
No hay que irse muy lejos para recordar sonoras pitadas hacia Aurélien Tchouaméni en el mismísimo Santiago Bernabéu. El jugador fue uno de los grandes señalados de las consecuencias provocadas por la marea de bajas del equipo en defensa la temporada pasada. Solo él fue capaz de revertir su situación y de convertirse en una de las estrellas de la plantilla.
Para Xabi es intocable: jugará sí o sí, ya sea de tercer central o de pivote. Su labor en este Real Madrid es sacrificada y dura, y sus actuaciones, encomiables. No hay dudas sobre él.
Tchouaméni y un vuelco absoluto
El protagonista es él y nadie más. La afición, con motivos suficientes, dejó de creer en sus servicios. En una situación crítica en la que incluso muchos barajaron su salida, algo cambió en Tchouaméni: pasó de mostrar inseguridad y cometer fallos infantiles, a ser un seguro de vida y brindar el equilibrio que necesitaba un equipo que se encontraba en la UCI.
¿La formula? Confiar y seguir trabajando. Se dice pronto. Muchos habrían caído, pero él supo levantar lo que había sobre la mesa. No fue fácil, hay que tener en cuenta que la camiseta pesa, y mucho. Más lo hace el descontento de los seguidores. Nada le impidió hacerlo.
Los aciertos no son habituales en las últimas semanas, se dejan ver desde hace meses. En los últimos suspiros de Carlo en el banquillo blanco ya era uno de los más destacados; ahora, en la nueva etapa liderada por el bueno de Xabi Alonso, lo sigue siendo.
Xabi lo tiene claro
Tchouaméni no saldrá del once de Xabi ‘ni con lejía’. El técnico pretende crear una bestia, es uno de sus grandes retos. Alonso es considerado un ‘arquitecto táctico’, y una de sus primeras ‘grandes obras’ en el Real Madrid ha sido la reconversión de Aurélien a tercer central. Como hombre de última línea dejó mucho que desear durante la 2024-25; hoy, derrocha aspectos positivos.
Además del mister, el madridista, a día de hoy, lo reconoce. Reconoce su nivel y su profesional reacción, pero aún así se habla muy poco del francés. Forma parte de aquellos que, tanto en el fútbol como en la vida misma, son importantísimos pero no muy valorados, de aquellos que no son notorios hasta que se van y dejan un vacío enorme.
Aunque en este panorama, la opinión que pesa es la de una de las incorporaciones más ilusionantes de este verano: la de Xabi Alonso, y él lo tiene todo bastante claro respecto a Tchouaméni.
