Sergio Reguilón, el ansiado relevo del Real Madrid
El canterano del conjunto blanco se ha convertido en el dueño absoluto de la banda izquierda del campeón de Europa. Su garra, valentía y amor por el escudo han gustado en el seno de la entidad de Chamartín. Llegó en 2005 cuando tan sólo era un benjamín. Catorce años después ha demostrado los valores que le unen al equipo de sus amores.
Despuntó desde benjamín
El sueño de cualquier niño que quiere aspirar a ser futbolista es el de jugar en equipos grandes. Con apenas 8 años, el Real Madrid incorporó a Sergio Reguilón a sus filas del Benjamín B. Hasta entonces, su equipo, el EFM Villalba, veía como el transatlántico conjunto blanco convencía a su jugador baluarte que tanto había despuntado desde pequeño. Su trabajo y determinación le hicieron ascender por las diferentes categorías de la Fábrica, pero siempre con cabeza fría y con mucho esfuerzo. Cuando estas en un club grande, puedes saber dónde empiezas, pero no donde acabas. Es una incógnita difícil de descifrar ya que no sabes si vas a rendir al máximo, si has cumplido o no con los valores del club o por el simple hecho de que no hay hueco para ti. Ese es tu principal escollo. Y, por desgracia, en el mundo del fútbol, si quieres llegar y permanecer en la élite tienes que ser constante y determinante. Reguilón aprendió mucho de estas dos fórmulas y, hoy en día, el madrileño sigue teniéndolas en mente.
Reguilón convenció al club desde el principio. Categoría en la que jugaba, categoría en la que gustaba. Los entrenadores de las diferentes categorías inferiores estaban satisfechos de las grandes respuestas que estaba dando en los partidos y entrenamientos. Probablemente, esta fuese una de las razones por las que el lateral izquierdo llegase al Real Madrid Castilla (en aquel momento bajo las órdenes de Zinedine Zidane). Su debut con la elástica del filial llegó en un encuentro amistoso frente a la Gimnástica Segoviana. No pudo estrenarse de mejor forma: actuación sublime más gol incluido.
El miedo a que se perdiese el talento que posee en sus botas obligaron al club a tomar la mejor decisión para él: la cesión.
La UD Logroñés, una etapa que le vino muy bien
A veces no entendemos muy bien porque en el mundo del fútbol hay un continuo tabú con el tema de las cesiones. Si realmente pensamos con cabeza fría, nos damos cuenta que este tipo de traspasos supone uno de los mejores modos de aprendizaje para un jugador joven y que pretende despegar. Tienes la oportunidad de jugar en otro equipo, de contar con minutos, etc.
Y si no miren a Dani Carvajal cómo se curtió por tierras alemanas o cómo maduró Marcos Llorente en el Alavés o incluso como Mariano llegó a convertirse en segundo artillero de la Ligue 1.
El caso de Reguilón no iba ser menos que los de sus compañeros. Apostó por crecer en un equipo de Segunda B y quemó con creces una etapa de maduración en la que aprendió y destacó convirtiéndose en un futbolista polivalente. Tuvo que jugar de extremo obligado por las bajas de algunos de sus compañeros. No le fue nada mal ya que cuajó una temporada de mérito y sacrificio.
En la UD Logroñes estaban contentos con el rendimiento de Reguilón. De hecho, fue dos veces cedido al club riojano, en la 2015/2016, aunque regresó en enero para ayudar al filial, y, en la 2016/2017 donde se coló dentro del once inicial. En el partido frente al Bilbao Athletic llegó a anotar cuatro goles.
La vuelta a casa
El aprendizaje y la perseverancia le trajeron de vuelta al césped de Valdebebas para incorporarse de manera oficial a la plantilla de Santiago Solari. En su primera temporada en la plantilla del RM Castilla, llegó a convertirse en uno de los máximos referentes del vestuario. Disputó 30 encuentro con el segundo equipo madridista convirtiéndose en uno de los capitanes y pesos pesados de la plantilla. En aquella campaña, el madrileño demostró constancia y gustó cada vez más a la entidad.
La pretemporada con el primer equipo
Una mezcla de trabajo, esfuerzo y talento llevó a Sergio Reguilón al primer equipo. Llegar a jugar en el Santiago Bernabéu era el objetivo del canterano. Ese sueño se hizo realidad.
Julen Lopetegui quiso contar con él para completar la plantilla en la pretemporada de 2018. El rendimiento del canterano fue de lo más destacado. Por ello, tuvo la oportunidad de disputar dos encuentros frente a Manchester United y Juventus.
Su gran arranque, capacidad para meterse entre líneas y crear jugadas con sus compañeros le hicieron destacar por encima de cualquier otro. Lopetegui le incorporó a las filas del primer equipo durante esta campaña y logró poco a poco hacerse un hueco en la plantilla. Para él, nada fue un problema. Mas bien siempre fue una oportunidad. Trabajó y esperó hasta tener una nueva ocasión para demostrar de lo que era capaz. Así fue como llegó su debut. El 2 de octubre de 2018 debutó en la UEFA Champions League frente al CSKA de Moscú en un encuentro que supuso el primer pinchazo del conjunto blanco en su competición fetiche.
Llegó su momento como titular
Con Lopetegui fuera del banquillo, Solari tomaba las riendas de un equipo a la deriva. El técnico argentino se vio en la necesidad de tirar de jugadores canteranos para dar frescor al equipo tras haber encadenado una racha negativa en las diferentes competiciones. Desde el primer momento, el míster contó con Reguilón. A principios de noviembre, el canterano debutó en la Liga Santander frente al Valladolid en una victoria en la que el madrileño contribuyó notablemente dejando destellos de su enorme talento.
A sus 22 años ha conseguido estar a la altura de lo que representa el Real Madrid. Ha sabido dar la cara en los momentos más complicados cuando otros jugadores solo se escondían para esquivar los golpes. Convenció en las categorías inferiores del club blanco y en su paso por un equipo histórico de la Segunda B, se ganó la confianza de Julen Lopetegui y encandiló a Santiago Solari. Se ha ganado el reconocimiento de una afición que presenció en directo la escena de lágrimas que dejó el madrileño tras caer derrotado frente al FC Barcelona.
La banda izquierda con nuevo dueño
El Real Madrid siempre ha tenido una herida casi imposible de subsanar. Encontrar el relevo para el legado que ha dejado Marcelo no es cualquier cosa. El brasileño lleva 11 años custodiando la banda izquierda del Rey de Europa apareciendo de manera estelar en las grandes citas y cumpliendo en el resto de encuentros.
El lateral brasileño parece estar renqueando ante la aparición del que puede ser su principal relevo. El Real Madrid siempre ha intentado tener un lateral izquierdo que pudiese suplir a Marcelo pero nunca ha sido posible. La entidad de Chamartín probó con un elenco de jugadores para buscar un lateral izquierdo de garantías. Desde Royston Drenthe y Fabio Coentrao hasta Theo Hernández, el Real Madrid siempre ha tenido un problema en esa posición. Arbeloa y Miguel Torres también se probaron en esa posición, pero no lograron encontrarse a gusto.
Once años después parece que Marcelo va a dar paso a su sucesor. Reguilón le ha ganado la batalla al brasileño con unas estadísticas que lo avalan. Ambos jugadores han contado relativamente con los mismos minutos esta temporada. Sin embargo, el madrileño sale reforzado. Sus números hablan por sí solos. Reguilón intercepta una media de 1,5 balones por partido mientras que Marcelo recupera una media de 0,8 balones cada encuentro. En el apartado de despejes, el canterano también rebasa al brasileño: 1,4 frente a 0,3. En la presente campaña, con Marcelo en el campo, el Real Madrid concede un gol cada 52 minutos. Y, cuando Reguilón ha custodiado la banda izquierda, los blancos han encajado un gol cada 135 minutos.
La banda izquierda del Real Madrid ya ha conocido a su nuevo dueño. El joven madridista puede estar muy tranquilo porque club y afición están a muerte con él.
Presente y futuro
Su futuro parece estar muy claro. Es una de las joyas de la cantera. El club lo sabe a la perfección y la directiva tratará de elevarle la ficha para que el lateral se mantenga en la casa blanca durante mucho tiempo.
Son tiempos difíciles en el Real Madrid. El retorno de Zidane al banquillo de Chamartín hace que todos los jugadores deban exprimirse al máximo para ganarse un puesto en el nuevo once del técnico francés. Reguilón tendrá que volver a convencer si quiere ser titular. Tiene una nueva oportunidad para demostrar su valía y amor por el club que le vio crecer como persona y jugador.