Sergio Ramos, historia del mejor central del mundo en los clásicos

Sergio Ramos, historia del mejor central del mundo en los clásicos

Los clásicos. Esa historia de amor-odio entre Real Madrid y Barcelona que tanto añoramos. Un partido que colapsa el deporte mundial bajo la cita de uno de los mejores encuentros que se pueden presenciar en la actualidad. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Hemos pasado de la dualidad Messi-Ronaldo por ver quien es el mejor jugador de todos los tiempos, a poder disfrutar de otros jugadores no tan conocidos que apuntan a convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo con esfuerzo y entrenamiento, como es el caso del joven Vinicius.

Sin embargo, hay otros jugadores que presumen de haber podido disfrutar de gran número de duelos frente el eterno rival, como es el caso de Sergio Ramos.

Nuestro capitán es el epicentro de nuestro equipo. Controla y dirige la defensa mientras que intenta mantener siempre al equipo en tensión con sus innumerables gritos y consejos. Por ello, unido a la gran calidad técnica y al impresionante poderío ofensivo del de Camas, es considerado como uno de los mejores defensas de todos los tiempos. También los títulos a nivel individual le abalan, ya que ha sido elegido desde 2011 como mejor defensa de la temporada por la FIFA.

El camero no es un jugador que pase desapercibido en el campo ni en los partidos. Un futbolista que, compite a tan altísimo nivel, requiere un nivel de agresividad y de esfuerzo que a veces roza los límites de lo permitido. No obstante, se convierte en una gran carta para aquellos personajes que tienen entre ceja y ceja el Real Madrid, ya sea por odio, por rivalidad, o simplemente por envidia, dándoles un mínimo argumento para poder atacar al defensor blanco y, a la propia entidad.

Ramos y el Barcelona siempre han tenido un pique sano. De no dedicarse ni una bonita palabra a, por asombroso que pareciese, llegar a sonar para el propio club azulgrana en el 2015, de la mano de un precandidato de la entidad catalana. Esto habla por sí solo del nivel del de Camas, odiado por sus rivales, pero querido en las sombras por todos.

La historia de defensor en los clásicos no ha dejado indiferente a nadie, siendo uno de los principales protagonistas en muchos de ellos:

Al ser un defensa, poco podríamos hablar de sus labores ofensivas, deteniéndonos más en cómo defiende y en cómo lidera al equipo blanco. Pero éste no es un defensor cualquiera, estamos hablando de Sergio Ramos, el mejor central del mundo. Cuando llega el minuto 90 y se muestra el añadido, un nombre resuena en todo aficionado blanco: Sergio Ramos.

El defensor consiguió la heroica contra los colchoneros en el tiempo de añadido, brindándonos el pase a una prórroga en la que saldríamos campeones de Europa. No obstante, el Barcelona también sería una de sus víctimas, concretamente en la temporada 2016/17, cuando un remate en el área pequeña del defensor blanco empataba a 1 un clásico en el que el Barcelona ya saboreaba la victoria.

A pesar de los grandes momentos que nos ha regalado Ramos con la elástica blanca, también ha habido sombras en sus duelos contra el eterno rival.

El 2010 sería un para olvidar para el conjunto blanco. El famoso 5-0 que endosó el conjunto local a los de Madrid, también condicionó la última entrada del partido de Ramos sobre Messi, sancionándole con tarjeta roja en un partido ya decidido. También en 2014 y 2017, Ramos sería expulsado, en la primera, tras cortar un 1vs1 de Neymar contra el meta local, con 3-2 en el marcador a favor de los blancos y, en la segunda, tras barrer a Messi en un partido en el que el Barcelona ganaba por 1-2 cuando apenas quedaban 15 minutos para el final del encuentro.

En este 2019, el Real Madrid afrontaba un mes en el que se vería las caras hasta en tres ocasiones con el Barcelona. Tras un buen partido en tierras catalanas en el que el 1-1 de la ida de la Copa del Rey reflejaba a la perfección el partido de ambos equipos, con el dominio blanco en la primera mitad y el dominio local en la segunda, el resultado de la vuelta sería de todo menos justo. En un escenario en el que Sergio Ramos se convertía en el quinto madridista con más partidos (602), superando a Gento y Hierro con 601 partidos, el dominio del encuentro fue del Real Madrid, con un gran juego del equipo en general, pasando por encima de los hombres de Ernesto Valverde.

Sin embargo, el balón no entraba, se perdonó muchísimas ocasiones que un equipo como el Real Madrid no puede perdonar. Y el Barcelona lo aprovechó de la mano de un enchufado Suárez, al que poco pudo hacer Ramos en el primer y segundo gol. El equipo estuvo bien tanto arriba como abajo, con un Casemiro inspirado en labores defensivas, con Ramos y Varane controlando a Messi y a Suárez y con un Reguilón que parecía un avión, corriendo con sentido de arriba a abajo sin parar. Bueno y qué decir de Vinicius, que a sus 18 años se echó el equipo a su espalda y lideró la ofensiva blanca. Tan solo el acierto de cara a puerta pudo ensombrecer la espectacular actuación del joven brasileño y, del equipo en general. Al final dos tiros del conjunto visitante sumados a un penalti ya motivado por el resultado, sentenciaron de forma injusta al conjunto blanco. Todavía queda el partido de Liga, con el que los hombres de Solari pueden meterse de nuevo en la lucha por la Liga, aunque toca mejorar de cara a puerta si queremos hacer algo frente el Barcelona y frente los demás desafíos que nos depara el tramo final de esta temporada.

Sin duda alguna, Ramos es un personaje singular. Un defensa por el que cualquier equipo estaría dispuesto a pagar cualquier cifra para que defendiera sus colores. El fútbol, al fin y al cabo, son riesgos, y Ramos tiene bastante claras cuáles son sus armas y cuáles son sus aspectos a mejorar. Pero, lo que nadie debe dudar, es que Sergio Ramos, es el mejor central del mundo, le pese a quien le pese.

Texto: Daniel Gómez-Escalonilla Sáez

Foto: RealMadrid.com

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