#SentimientoReal | Sigo siendo soldado de Lopetegui
Zidane se fue y dejó un vacío que sabíamos que nadie podría llenar. No había ni hay ningún nombre para el banquillo del Real Madrid que nos pudiera ilusionar. Pasaban los días y la prensa barajaba entrenadores sin tener, como siempre, ni remota idea. De repente, un comunicado oficial anunciando a Julen Lopetegui como técnico del mejor club del mundo.
¿Lopetegui? Se preguntó al unísono el madridismo. En ese momento, el vasco estaba a punto de debutar con la selección española en el Mundial. Lo que pasó después todos lo sabemos. Un espectáculo dantesco por parte de la prensa y Rubiales en contra del Real Madrid y del que ya era su entrenador.
Y fue así, por la campaña que emprendieron contra nosotros y contra Lopetegui, como hicimos a Julen uno de los nuestros. Luego lo vimos llorar, emocionarse y hacer de la presentación como entrenador del Real Madrid el día más feliz de su vida, mientras el periodismo rabiaba y claro, cómo no nos íbamos a convertir en soldados de Lopetegui.
Perdimos la primera batalla importante, la que nos enfrentó al Atleti en la Supercopa de Europa y ya hubo quien cuestionó a Julen, pero bueno, se podía decir que aún estábamos en pretemporada. Empezó la Liga y no lo hicimos mal, ganábamos, pero ponía a Lucas Vázquez y no a Vinicius. Llegó la Roma al Bernabéu y practicamos un fútbol excelso, incluso Mariano marcó un golazo para jolgorio de los detractores de Benzema. Y ahí se acabó todo. Nada volvió a ser igual.
Lopetegui está sentenciado. Por todos. Nunca nos ilusionó, la prensa nos empujó a quererle. Si la prensa coge una linde, el madridismo cogerá otra diferente. Sobre todo si ataca a alguien que en ese momento es uno de los nuestros. Lopetegui se jugó un Mundial por ser entrenador del Real Madrid. Yo también me habría arriesgado. Pero no es fácil esa silla. Eres el primero al que señalan cuando se pierde y encima el periodismo está esperando verte caer porque considera que tiene cuentas pendientes contigo.
Me da pena Julen. Ojalá fuese capaz de revertir la situación y levantar algún título a final de temporada, que el sueño de su vida tenga un bonito final, pero mucho me temo que está viviendo sus últimas horas con sus gafas de sol en Valdebebas. De momento y hasta el último minuto que forme parte del cuerpo técnico del Real Madrid, aquí sigue teniendo un soldado.
Texto: Paula Pineda
Foto: AS