#SentimientoReal | No juegues con mi dolor
No juegues tan pronto con mi dolor, espera al menos que llegue la primavera. Ilusióname entonces, hazme creer que eres capaz de volver a hacerlo, de sacar fuerzas de flaqueza y callar todas esas bocas, la mía la primera, que ahora mismo no dan un duro por ti.
No juegues tan temprano con mis sentimientos, en un estrenado octubre que huele a finales de septiembre. Ni rastro de gol, ni rastro de victoria, ni un atisbo de arrebato hacia la portería contraria que nos indique que estás ahí, que aunque no te salgan las cosas, lo estás intentando.
No juegues con mi sueño, ese que me quitas cada vez que me mandas a la cama sin nada que celebrar, haciendo que me despierte en mitad de la noche, en mitad de la nada, intentando convencerme de que no fue real, que era una pesadilla y volviste a ganar.
No juegues con mi estado de ánimo, con esa mochila pesada que me cuelgas en la espalda después de cada ridículo, sin haberte visto luchar como sabes, sin sudor que escurrirle a la camiseta, viéndote vagar sin alma por diferentes campos de fútbol, mirando la portería de reojo en lugar de enfrentarte a ella con valentía y arrojo.
No juegues con mi dolor a estas alturas de la temporada. Esto es demasiado largo para empezar a sufrir tan pronto. No te digo que recuperes el fútbol, pero sí la esencia, tu garra, todo aquello que te caracteriza y te hace grande. La pelea hasta el último minuto, la entrega hasta el final. No me importa cómo se consiga, sólo quiero verte ganar.
Desilusión, decepción, enfado, sofoco, cabreo, desencanto, frustración, rabia, dolor…todo eso y un amor incondicional e imperecedero es lo que siento por ti, Real Madrid. Vuelve a desbordarme de alegría y locura y aléjate de toda simpleza. Sé ese equipo de arrebatos que me mataba a micro infartos, haciéndome revivir al final de pura felicidad. Estás a tiempo. Estamos a tiempo.
Texto: Paula Pineda
Foto: AS