#SentimientoReal | No hay nada como el Madrid en Europa
Cuando apenas habíamos llegado de Barcelona nos tuvimos que ir a jugar al Wanda. Cuando aún estamos saboreando lo que fue ganarle al Atleti, ponemos rumbo a Ámsterdam. El Real Madrid no descansa ni da descanso a nuestras emociones. Este contínuo carrusel de sentimientos, este sube y baja por el estómago, estos nervios desde por la mañana es el amor por un escudo.
Vuelve la Copa de Europa. Sólo con escribirlo ya se me eriza la piel. No hay nada más importante ni más especial. Nada se le compara, nada lo supera. Lo que la Champions nos ha dado, no ya a nivel club, sino a nivel emocional, al madridista, no se paga con dinero. A mí que me perdonen, pero no existe Copa del Mundo que me haga tocar el cielo como lo hace el Real Madrid cuando lo veo levantar una Copa de Europa.
Vivimos para esto, para llegar a la primavera con todas las opciones. Igual que el equipo se prepara, lo hace el madridista. En estas grandes citas nada se deja al azar. Cada uno con sus rituales, desde cualquier rincón del mundo, descontando días, horas y minutos para que suene el himno de la Champions en un partido de nuestro equipo.
Nosotros también jugamos, con nuestros miedos y nuestros nervios. No se trata sólo de sentarse a ver el partido, es mucho más que eso. Es un sufrimiento que sólo mitiga el gol y que sólo se va del todo cuando el árbitro indica el final del partido y hemos ganado. Si no es así, el sufrimiento se alarga y se acentúa, pasa la noche con nosotros, impidiendo conciliar el sueño y nos da la mano hasta el siguiente partido, donde todo vuelve a empezar.
Es la Copa de Europa y estamos listos, mentalizados, templando nervios, rechazando planes. Hay quien crea su propio once y al que le vale lo que diga Solari. Están los que pasan los noventa minutos a solas con su sufrimiento y quienes prefieren rodearse de gente a la que poder abrazar en el gol o con quien llorar en la derrota. Tan diferentes todos, pero latiendo madridismo al unísono. Ya queda menos para que cada vez duela más.
Foto: Peru21